Es lamentable la imagen que está
ofreciendo Unicaja con el tema del escaneo de documentación. Y más lamentable
es lo que está soportando la plantilla:
insultos de los clientes; recriminaciones
por la falta de previsión; aumento de la carga de trabajo, ya de por
sí insostenible antes de la puesta en marcha de esta campaña...
Todo
se podría haber evitado con una correcta planificación de la campaña. La Ley de prevención del blanqueo
de capitales es de Octubre-2010 y el Reglamento que la desarrolla,
de Mayo-2014... ¿Nadie ha podido planificar durante casi un año la recogida
de la documentación? ¿Nadie ha evaluado si, a lo largo de este año, el
ritmo de consecución de la campaña era el adecuado o había que hacer algo?
¿Nadie ha controlado que la herramienta informática y los medios físicos
fueran los adecuados para abordar el ingente trabajo? A la vista del desaguisado,
evidentemente, la respuesta es NO.
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