Tras la ceremonia, retransmitida con todo lujo de detalles por la prensa y, acabado el convite, llega la hora de la verdad: construir un hogar en el que se sientan a gusto, comprometidos y dispuestos a pelear por sacar adelante el proyecto con los más de 9.000 hombres y mujeres que formamos la plantilla. Una plantilla que lleva trabajando y luchando durante muchos años por sus respectivas entidades.
Pero entre toda la parafernalia de la ceremonia y con la borrachera de números, sinergia, ratios, beneficios, etc. CCOO echa en falta el agradecimiento necesario a la plantilla, su reconocimiento, algunas palabras que les tranquilice. Parece que la familia no importa tanto a los contrayentes como la foto de boda. Lástima…
Esperamos que este olvido no sea síntoma de cómo se van a desarrollar las relaciones laborales en la nueva Entidad en esta etapa que se abre porque, como ya dijimos en una circular anterior, CCOO estará siempre por el diálogo, la negociación, los acuerdos y el consenso y en contra de las decisiones perjudiciales, caciquiles, lesivas y dictatoriales que perjudiquen a la plantilla. Ahí nos encontraran enfrente, SIEMPRE.
Mentiríamos si negáramos que se abre una etapa muy delicada para el futuro laboral de la plantilla. Por ello, tras la embriagadora ceremonia de bodas, CCOO urge a la Entidad a definir los principios básicos que regirán su política de relaciones laborales y en este sentido, aboga por obtener garantías de empleo y un compromiso expreso de renunciar a la utilización de medidas traumáticas, así como de negociar cualquier proceso de reestructuración y de homologación laboral para toda la plantilla.
Deseamos que, en esta nueva etapa, impere el respeto a la plantilla, y en ese sentido, abogamos por seguir transitando por la senda del consenso y los acuerdos laborales. Solo así se puede garantizar la paz en esa casa común que debemos construir juntos, juntas las 9.000 personas que componemos la nueva Entidad. [...]
