La brecha salarial es una de las manifestaciones más evidentes de la desigualdad entre mujeres y hombres. Una desigualdad estructural que nace de la división sexual del trabajo, un esquema de organización social que supone asignar a las mujeres preferentemente las tareas de cuidados a las que, además, se les asigna menor valor.
Por ello, es muy importante llevar el feminismo a los centros de trabajo, situando los planes de Igualdad como herramienta feminista que revierta los desequilibrios laborales, económicos y sociales entre hombres y mujeres.
En el grupo Empresarial de RACE hemos empezado a negociar el plan de igualdad. Estamos todavía en una fase inicial, con reuniones muy espaciadas y en la que nos facilitan la documentación requerida con gran displicencia.
Desde CCOO todos los días luchamos por los derechos de las mujeres, por la igualdad efectiva, por una sociedad basada en la justicia y en la calidad democrática..