En España había clubes femeninos, de mujeres ciclistas en Galicia (1890) y el Fémina Natación Club (1912) en Catalunya, siendo precursoras. Tras la primera guerra mundial, el Comité Olímpico seguía rechazando la participación de mujeres a pesar de que ya había pioneras en fútbol, atletismo, natación, esgrima, esquí o ciclismo.
Con la llegada de la Segunda República Española, se superaron muchos estereotipos fomentando la participación femenina.
Deportistas como Lilí Álvarez, primera tenista española en conseguir dos triunfos internacionales. También practicaba esquí, alpinismo, equitación, billar, automovilismo, y patinaje, siendo la primera mujer española que participó en unas Olimpiadas, en Chamonix de 1924. En los años 20, ganó tres finales consecutivas en el torneo de Wimbledon. Llegando a ganar 40 torneos individuales, 19 dobles y 21 mixtos.
Lilí Álvarez fue la primera mujer que utilizo una falda pantalón en 1931, siendo un escándalo y que sería utilizada más tarde en el tenis.
También por la misma década el Club Femení i d’Esports de Barcelona, era una institución exclusiva de mujeres. Destacar de este club su compromiso por el deporte popular, siendo cerrado al llegar la dictadura.
En esta época, destacan figuras como la de Anna María Martínez Sagi, que además de ser campeona de España en jabalina y plusmarquista nacional, fue la primera mujer que formó parte de la junta directiva del Fútbol Club Barcelona, entre los años 1934 y 1936.
También fue directiva del fútbol español y su objetivo fue fomentar el deporte femenino considerando que era imprescindible para el avance de la mujer.
También durante la Segunda República fue una de las periodistas más importantes de esa época, con diecinueve años ya escribía en el suplemento femenino en el periódico Las Noticias.
Todo el avance que se había logrado fue borrado con la dictadura franquista, tanto el estado como la iglesia consideraban que el deporte era antifemenino, considerando que podían virilizar la imagen de la mujer madre y esposa. Se intentaba realzar la apariencia frágil, delicada, maternal.
Pero a pesar de las dificultades las mujeres han conseguido practicar deportes. Tras el fin de la dictadura llegó la democracia y la incorporación de las mujeres a programas deportivos.
Los cambios también llegaron a los colegios donde chicas y chicos hacían el mismo programa de educación física.
Pero estos cambios no fueron lo suficiente importantes, dándose situaciones de desigualdad y no tomándose en cuanta cualquier deporte donde las mujeres intervienen, como por ejemplo el futbol o el ciclismo siendo escandalosa la diferencia del sueldo que ganan los deportistas respecto a las deportistas.
La desigualdad económica por género es un delito, pero sigue dándose en el deporte.
Queda mucho por recorrer y muchos retos, también y como parte de esa igualdad, deportistas paralímpicas defienden el papel de las mujeres y de las niñas con distintas discapacidades en el deporte.
Solo el 25 por ciento son mujeres, pero consiguen el 50 por ciento de medallas.
En España el referente del deporte Paralímpico tiene nombre de mujer, Teresa Perales, nadadora que con 26 medallas en los juegos también reconoce las dificultades que tienen muchas mujeres para el reconocimiento como deportistas.
