En nuestro artículo 8, añadirían “disponer de habilidades sociales” como algo a exigir y que “se puedan atribuir resultados” a los colaboradores, según ellos amparándose en el RD que saldrá en abril sobre la igualdad retributiva y que sin embargo nada habla de esto sino de, a igual trabajo, igual salario. Sin embargo, algo a lo que obliga el Decreto es a aclarar las categorías, puestos y tareas de la empresa para poder ver donde se dan las desigualdades de la empresa. Casualmente, esto que si dice el Decreto no lo quieren añadir.
La pregunta que nos hacemos es cuáles son esas habilidades sociales de las que hablan y cómo las analizarían para, obtener resultados objetivos que nos ayuden a conseguir una mejora salarial. Por ello, vamos a analizar que son las habilidades sociales, desde un punto de vista técnico. Son un conjunto de conductas eficaces que nos permiten interactuar y relacionarnos en situaciones de interacción social. Debido a que son un comportamiento relacional, las habilidades sociales dependen de diversos factores, como son la cultura, la educación, las variables sociodemográficas, etc. lo que hace que dependiendo el lugar en el que nos encontremos, los hábitos y las formas de relacionarse cambian. Este sería el primer punto por el cual no se puede permitir exigir a los trabajadores el concepto “disponer de habilidades sociales” de forma global, ya que dependen de numerosos factores. Profundicemos en algunas habilidades sociales en individual, para saber qué son y si estas, efectivamente, pueden medirse de manera objetiva (partiendo de la base, que no hay un consenso común en el ámbito de la intervención social sobre cómo se definen y cómo se miden).
Algunas de las habilidades sociales básicas son:
- Escuchar
- Iniciar una conversación
- Formular una pregunta.
- Dar las gracias.
- Presentarse.
- Presentar a otras personas
Y un largo, etc…
¿Qué indicadores objetivos podemos poner a estas habilidades?
Podemos por ejemplo preguntar: ¿Cuántas veces da un trabajador las gracias? Si da las gracias a más de 10 clientes, aprobado. Si da las gracias 8 veces, suspenso.
Algunas de las habilidades sociales complejas son:
- Inteligencia emocional
- Asertividad
- Capacidad de escucha
- Capacidad de comunicar sentimientos y emociones
- Empatía
- Capacidad de disculparse
- Negociación
Y un largo, etc…
Si las habilidades sociales básicas, suponen una gran dificultad de medir y atribuir unos rendimientos objetivos, podemos imaginarnos la dificultad de atribuir objetivos a las habilidades sociales complejas.
¿Sabe la empresa que son las habilidades sociales y ha analizado estas mismas con profesionales del ámbito que puedan determinar unos indicadores objetivos sobre si una persona tiene capacidad de escucha o si una persona saluda todos los días?
¿Quién va a analizar nuestras formas comportamentales y con qué criterio profesional para poder atribuir mejoras salariales de forma objetiva? ¿Acaso un RU, que no ha estudiado nada sobre la materia es apto para analizar de forma psicoanalítica estas habilidades? Si ni siquiera utilizan un buen método de análisis de nuestra “felicidad en la empresa” dando a la Hapiness Barometer una categoría de medidor que no tiene, debido a sus inadecuadas preguntas que no llegan al análisis de ningún test de psicología en el trabajo.
Desde CCOO nos parece preocupante que la empresa quiera añadir en un convenio estatal algo como esto, debido a que como hemos analizado de forma muy muy sencilla anteriormente, las habilidades sociales son muchas y muy diferentes y dependen de múltiples factores que no pueden encuadrarse en una tabla y medir como si fuesen objetivos económicos.
