Desde el primer momento mostramos nuestra indignación por esta decisión, tanto por los motivos que la empresa argumentó en su día, faltos de cualquier tipo de justificación, como por la forma en que se realizó.
Con nuestro apoyo, así como el de la federación de CCOO y su gabinete jurídico, nuestro compañero interpuso una demanda contra la empresa solicitando la nulidad del despido. Tres meses más tarde el magistrado de la sala de lo social nº 21 le ha dado la razón, declarando la nulidad del despido y admitiendo toda la argumentación que motivó la demanda del trabajador.