El 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer. En el mundo, el sufrimiento en el trabajo y los salarios de pobreza tienen forma de mujer. Todo cambiaría si las grandes empresas tuvieran que informar correctamente sobre sus impactos sociales, en las portadas de sus páginas webs, en las primeras páginas de sus informes integrados (información financiera y no financiera), en los triples balances (memorias de sostenibilidad o de RSE -todo parece un juego de palabras y una apropiación de ideas y conceptos-). Hasta ahora, las empresas no informan en sus balances sobre la situación de sus planes de igualdad (¿existe? ¿diagnóstico? ¿nivel de avance? ¿opinión de la representante de las trabajadoras? ¿información correcta de la brecha salarial de género, en la plantilla y en la subcontratación?
Nada de eso. Como casi todo en la RSE, hasta ahora, prefieren mencionar premios y certificaciones. Vean de nuevo nuestro proyecto piloto de evaluación de memorias de sostenibilidad, que hemos comenzado sobre las 15 mayores empresas del sector financiero: sólo 4 informan algo sobre brecha de género, prácticamente ninguna habla de los planes de igualdad, y el dato de más calado: de las 3.200 personas que dirigen al sistema financiero español (y parte del internacional) sólo el 15% son mujeres. Es el grupo directivo que decide sobre la gestión y sobre los riesgos de las empresas (esto tiene alguna relación con los orígenes de crisis), y ejercen una influencia decisiva sobre el clima laboral, la conciliación y las prolognaciones de jornada (todo un cancer en un país hundido por la falta de empleo) . Así que el problema no se se solucionará sólo con alcanzar las cuotas mínimimas de mujeres en los consejos de administración (que en España no se cumplen). Y recordemos que si es grave la cuestión de la brecha de género, tanto o más grave es la de la desigualdad global: las diferencias entre las cúpulas y los salarios medios del resto de la plantilla o de los salarios míninimos. O con los derechos y salarios de las plantillas subcontratadas. Además, aquí, de nuevo nos entontramos con datos inaceptables desde le punto de vista de género (los salarios de pobreza se dan más en las mujeres)
Los informes de RSE o balances sociales son los que analizarían un sistema de contratación pública responsable o los consumidores o inversores que deseen ser socialmente responsables Parecía que este cambio en la información social de las empresas iba a darse tras el análisis de las causas de la actual crisis, y de la multitud de escándalos y accidentes corporativos, que demostraban que el gran fallo estaba en la veracidad de la información y a los fallos de todos los sistemas de inspección y control (públicos y privados, ambos plagados de conflictos de interés). Pues no. Seguimos casi igual y la tendencia es influir para que esta información esencial no se visualice. El poder de los influyentes o de partes muy interesadas (ver ¿Grupos de interés o grupos que me interesan?)
Blog de la Secretaría Sostenibilidad y RSE de la Federación de Servicios de CCOO: