El Ministerio de Economía, que dirige Luis de Guindos, ha permitido que los grupos de cajas nacionalizadas paguen más a sus trabajadores para realizar el ajuste de personal que la reforma laboral. La normativa rebajó la cifra de la indemnización a 20 días por año con un máximo de 12 mensualidades pero está presionando a las entidades del llamado grupo 2 (BMN, Caja3 y España-Duero) para que apliquen la normativa o realicen mejoras ligeras sobre la misma en sus procesos de ajuste. Estos grupos van a recibir ayudas y en algunos casos se encuentran en negociaciones de fusión con otros saneados para minimizar el dinero público empleado para su saneamiento.
Según las fuentes conocedoras de esta situación, el Ministerio de Economía y el Frob se escudan en las decisiones de Bruselas. No obstante, el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ha negado en varias ocasiones que estos recortes se tengan que hacer bajo la reforma laboral impulsada por el Gobierno español. Lo que pide la UE, a cambio de las ayudas, es que las medidas de ajuste tengan un determinado nivel de ahorro para las entidades que han precisado ayudas estatales.
Tal situación está retrasando los procesos de integración. Uno de ellos es el de Ibercaja con Caja3. Fuentes de esta última admitieron ayer que han pospuesto una vez más el ERE previsto para estudiar posibles mejoras en las condiciones en línea con las de Bankia o Banco de Valencia, según informa Efe. El plan diseñado por Caja3 no contempla por ahora ni bajas incentivas ni prejubilaciones, dos sistemas que han sido pactados con los sindicatos en los preacuerdos alcanzados esta semana. Caja3 tiene previsto recortar 592 trabajadores.
España-Duero también ha retrasado sus planes, a la espera de conocer si sigue adelante el proceso de fusión con Unicaja. La castellano-leonesa, de fracasar esta operación, tendría que despedir a 1.500 empleados. Por su parte, BMN ha anunciado que su plantilla tendrá que ajustarse en 867 empleos.
La otra entidad que está presente en el Grupo 2, Liberbank, pretende aplicar una bajada progresiva de sueldos con la implantación de un ERE temporal rotatorio para evitar despidos. De media, la retribución de sus empleados se verá mermada en un 7%, pero llegará hasta un 50% para los directivos.
Preacuerdos
Los preacuerdos entre Bankia y Banco de Valencia, ambos controlados por el Estado, con los sindicatos superan con creces las cantidades establecidas por la regulación. Esos pactos se elevan a 36-38 días por año trabajado en Bankia y se acercan a los 50 días para algunos empleados si se incluyen determinadas primas por antigüedad.
Los preacuerdos entre Bankia y Banco de Valencia, ambos controlados por el Estado, con los sindicatos superan con creces las cantidades establecidas por la regulación. Esos pactos se elevan a 36-38 días por año trabajado en Bankia y se acercan a los 50 días para algunos empleados si se incluyen determinadas primas por antigüedad.En el caso de Bankia las salidas se llevarán a cabo a través de dos procesos: uno de prejubilaciones de 1.700 personas desde 54 años y otro de bajas incentivadas para 2.800. En ambos, el dinero que desembolsará la entidad alcanzará un tope de 350.000 euros. Para las salidas voluntarias, Bankia asume 30 días por año con 22 mensualidades sin tener en cuenta los incentivos, cifra que contrasta con lo inicialmente propuesto de 22 días con 14 mensualidades.
En Banco de Valencia, por su parte, el ajuste será similar. Pondrá en marcha jubilaciones anticipadas desde 54 años para 233 trabajadores y salidas para otros 562 empleados. El coste máximo será de 250.000 euros. Para las bajas la media son 30 días con entre 24 y 36 mensualidades, además de los complementos que incentivan la voluntariedad.
La cifra que percibirán los empleados se asemeja a la cobrada por la mayor parte de los trabajadores del sector de cajas en los planes de reestructuración de los últimos años, fruto de la oleada de fusiones, por los que se llevaron de media unos 300.000 euros.
