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CAJA3. NovaCaixaGalicia

NCG sostiene que tiene futuro y emplaza a la aprobación del plan de recapitalización.


La entidad podría figurar entre las primeras a las que darán una salida.


Este artículo se publicó originalmente en ibercajabanco (CCOO en iberCaja Banco) ,

La entidad es «viable». Así lo confirmaba hace escasas semanas la dirección de Novagalicia a la plantilla. El objetivo del comunicado interno no era otro que el de disipar la sombra de su posible subasta o absorción. Interesados no le faltan. El banco gallego no ha cambiado en un ápice sus intenciones y trabaja por un futuro en solitario. La última reforma financiera complica aún más si cabe la hoja de ruta marcada hasta ahora, con cambios sustanciales sobre los inicialmente previstos para adecuar el plan de recapitalización a las nuevas exigencias de Bruselas. Si bien, fuentes cercanas al proceso indican que «su sostenibilidad en el tiempo está asegurada».

 

Subasta o absorción

Sus planes chocan no obstante con los que baraja el Gobierno, desvelados por ABC, y que confirman que solo nueve bancos sobrevivirán a la crisis. Dos son las vías que se abren ante las entidades que actualmente no están en la órbita de ninguno de los grupos que conformarían el mapa bancario sobre el que trabaja el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y que ya ha recibido el visto bueno de las autoridades europeas: una, que se fusionen vía absorción con alguno de los bancos sanos; y, dos, ser subastadas por el FROB, que decidirá si se pondrá a la venta toda la entidad o por partes, esto es, por tipo de cliente (créditos, depósitos o tarjetas, básicamente).

 

Fuentes financieras consultadas por ABC -informa María Jesús Pérez- aseguran que las primeras a las que se dará una salida serán tres de las ya nacionalizadas: CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia, probablemente durante el primer trimestre del próximo año.

 

El resto de entidades, Bankia, BMN, Caja3, Ceiss y Liberbank serán igualmente compradas o subastadas, dependiendo de su capacidad para sanearse de aquí a junio, sobre todo una vez traspasados sus activos problemáticos al «banco malo» y tras conseguir recortar costes al menos en un 50% lo antes posible. La opción de compra no tiene por qué suponer que la marca de la entidad absorbida desaparezca, y la subasta de sus negocios no supondrá en ningún caso la desaparición de cliente alguno.

 

Cualquiera de las opciones que se plantean desde Madrid no son del agrado de la dirección de NCG. Su presidente, José María Castellano, y César González-Bueno, consejero delegado de la entidad, estarían trabajando sobre otro escenario. El traspaso del negocio a un «banco puente»; extremo que les permitiría ganar tiempo para encontrar inversores privados hasta reducir el porcentaje de inyección pública, el Estado posee un 93%, en un horizonte a cinco años.

 

Ante la información publicada por ABC, desde la entidad sostienen que el plan de recapitalización aún no ha sido aprobado -se han rechazado los de BMN, Caja3, Ceiss y Liberbank- y a él emplazan para hablar en términos de futuro. No obstante, fuentes próximas a Economía, explicaron a este diario que el Ministerio ya tenía diseñado el nuevo mapa bancario desde hace tiempo, y que lo habría trasladado a Europa, antes incluso de darse a conocer los planes de recapitalización de las entidades no nacionalizadas pero con déficit de capital, según los resultados del último test de estrés de Oliver Wyman. En el caso de la nacionalizada NCG, elevó sus necesidades a 7.176 millones de euros.

 

7.200 millones de activos tóxicos

Entrados ya en tiempo de descuento, será entre enero y junio de 2013 cuando se empiecen a ver movimientos, según las mismas fuentes. Estas no ofrecen dudas sobre que las entidades con necesidad de más capital vayan a ser compradas. El proceso se acelerará una vez que la entidad haya limpiado su balance de activos tóxicos.

 

En concreto, la entidad de Castellano aportará a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) 6.000 millones en préstamos concedidos a promotores y constructoras y otros 1.200 correspondientes a adjudicados en pago de deudas -poco más de 10% del volumen de activos que se trasladarán en conjunto al «banco malo»-, reduciendo el capital necesario en unos 500 millones. Una vez liberada de productos «tóxicos», y si el Banco de España no da su visto bueno al plan de recapitalización, estaría sana para su venta o absorción.