Cada día es más evidente el creciente malestar que se vive en la Red
Comercial, debido al deterioro progresivo de las condiciones de trabajo en las
oficinas. Asistimos a un feroz incremento de las exigencias comerciales, junto
con un empeoramiento notable del trato que se dispensa a las y los
profesionales de la Red por parte de determinados directivos y mandos
intermedios.
Peticiones continuas de datos por triplicado y cuadruplicado, reportes
a cualquier hora del día, sea de la mañana o de la tarde, llamadas de control
para verificar la presencia en la oficina a partir de las 19 horas, una
auténtica inundación de correos electrónicos, en algunos casos más de 20 diarios,
para exigir, controlar, presionar y amenazar a los equipos comerciales, amén de
las convocatorias de multiconferencias extemporáneas, en ocasiones diarias y a
altas horas de la tarde.
Hace mucho tiempo que CCOO viene denunciando estos abusos. Porque no son hechos aislados, sino un situaciones
que se repiten sistemáticamente, y que forman parte de una cultura de trabajo
que choca frontalmente con los derechos y las obligaciones de los trabajadores
y trabajadoras del Santander.
Y lo más sorprendente es que, en paralelo a esta realidad del día a
día de las oficinas, hemos asistido en las últimas semanas a un discurso
diferente desde la alta dirección del Banco.
Hemos recibido, todas las trabajadoras y todos los trabajadores de la
Red, un nuevo modelo comercial en el que
se nos habla de poner el foco en el cliente y no en los productos, de
calidad en el servicio, de mejora de los procesos, de asesoramiento y venta
responsable; hemos recibido un documento de la Oficina de Información de Red en
el que se establece una sistemática de trabajo distinta, en que se suprimen los
controles absurdos y se fija una sola reunión comercial el lunes, y una sola
multiconferencia semanal; hemos oído y leído al Director General, al Consejero
Delegado, incluso al Presidente, hablando de racionalizar los horarios, de
eliminar burocracia, de cuidar a los y las profesionales de la Red.
Nada de esto está sucediendo en la realidad, sino más bien todo lo
contrario. Asistimos a una brutal vuelta de tuerca sobre la plantilla, a un nuevo
impulso la colocación alocada de productos, a una elevación desproporcionada de
la presión y de la intimidación.
Se hace imprescindible detener este desatino. Es necesario tomar
medidas urgentes para poner freno a estas actitudes que están desmotivando a la
plantilla, destruyendo el clima laboral y creando confusión y desorientación
entre la plantilla de la Red.
Hasta aquí hemos llegado.
CCOO hemos manifestado nuestro compromiso con las políticas de cambio que nos alejen de estas prácticas; pero no vamos a permanecer impasibles mientras se vulneran sistemáticamente las condiciones de trabajo de las trabajadoras y los trabajadores del Santander.
CCOO va a actuar contundentemente, en los ámbitos públicos, laborales o
jurídicos que sea necesario, para detener estos ataques contra nuestra
profesionalidad y nuestros legítimos derechos, individuales y colectivos.
24
de marzo de 2014