El descalabro no se hizo esperar, y una vez más, volvimos a mostrar una imagen de oficinas colapsadas, recibiendo reclamaciones de una clientela exaltada y enfurecida que insultaba y exigía a diestro y siniestro. Volvimos a encontrar una plantilla que, sin haber recibido ningún tipo de instrucción al respecto, se veía en la obligación, de forma improvisada, de tratar de gestionar lo más diligentemente posible, y cada cual como podía, la situación provocada, topándose con unas Direcciones de Zona, ajenas a la situación, sin que pareciera importarles nada más que seguir apretando con la producción comercial, como si no hubiera un mañana.
La situación está llegando a límites insostenibles, la plantilla ya no puede más, LA RED ESTÁ SATURADA, y los riesgos psicosociales sobrepasan todas las fronteras.
CCOO una vez más, pone de manifiesto el perjuicio que supone la falta de comunicación y coordinación con la red de oficinas a la hora de tomar decisiones o medidas que afectan al negocio, sirvan para ajustarse a lo establecido en la normativa, para limitar el riesgo cliente, o por alguna razón que busque la mejor de las situaciones para el grupo. Algo no está funcionando bien, si como después comprobamos, se colapsa tanto el funcionamiento normal de la red de oficinas, como de los distintos departamentos de los servicios centrales que puedan verse implicados.
CCOO exige que se depuren responsabilidades, y requiere medidas urgentes destinadas a establecer líneas de comunicación entre la red y negocio, que impidan que hechos tan graves como éstos, y que tanto daño nos causan, se sigan sucediendo sistemáticamente, poniendo en riesgo la imagen y el futuro de nuestro grupo.
CCOO persiste en la necesidad fundamental de crear fórmulas de organización y regulación del trabajo y de las directrices a seguir, previamente armonizadas, que fomenten nuestro desarrollo, fortaleza y estabilidad.
CCOO reclama que se atienda el clamor de una plantilla que no puede más, y que dice BASTA YA.
