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MALDITA POLÍTICA DE COMISIONES QUE ECHA A CLIENTES Y DESPIDE A COMPAÑEROS

¡READMISIÓN DE JOSÉ IGNACIO CANTÓ MIRALLES!


"Todos juntos" hemos conseguido hacer en nuestra empresa grandes cosas movidos por la vocación de servicio a la clientela y en ello hemos entendido siempre el beneficio como un medio y no como un fin.

Identificados plenamente con esa vocación de servicio, desde CCOO venimos expresando nuestra discrepancia con el cambio radical de la política de comisiones de la Entidad a partir de junio de 2013 en relación con la aplicación de comisiones de mantenimiento y comisiones de descubierto, que ha causado un impacto especialmente significativo en la clientela, que no la ha asimilado con normalidad, y que nos ha hecho perder uno de los aspectos diferenciadores de nuestra Entidad dentro del sector financiero.... "y que nadie olvide, ha sido uno de nuestros principales factores de éxito".

Esta política provocó un tremendo malestar entre la clientela que trasladó en tromba sus quejas y reclamaciones a los compañeros y compañeras de las oficinas de la red comercial, quienes han tenido que soportar estoicamente una presión desmedida e inusual en la batalla que han librado para mantener a los clientes en la Entidad y minimizar las desvinculaciones y las cancelaciones de cuentas. Le costó a la Entidad ver la situación que había provocado y su reacción tardó y fue incompleta, limitándose tan sólo a minimizar riesgos implantando mecanismos alternativos para suavizar la exigencia de cobro de estas comisiones reduciendo o eliminando en algunos casos las mismas.

Como consecuencia de esta política la clientela nos ha dicho todo tipo de improperios, incluido el de que somos unos ladrones, que les robamos el dinero de sus cuentas. En las oficinas de la red comercial, los compañeros y compañeras han sufrido en sus propias carnes el ver en plena crisis económica cómo las comisiones de mantenimiento mermaban saldos a la vista de gente con escasos medios económicos, cómo las comisiones de reclamación de descubierto provocaban un incremento automático en la cuota de préstamos de gente pagadora, pero que venían reuniendo todo el dinero para atender la cuota varios días después de su vencimiento, echando por tierra completamente nuestra cultura de empresa de facilitar el pago a los clientes en la máxima de que así ellos puedan cumplir sus obligaciones y la caja cobrar sus préstamos. Los compañeros y compañeras han llegado hasta ver como pensionistas que nos pedían el anticipo de una pensión no contributiva unos días antes de primero de mes sufrían la aplicación de una comisión de descubierto por tal motivo.

Todos en la Entidad hemos sufrido en primera persona que nuestros hijos, cónyuge, padres, abuelos, cuñados, sobrinos, primos, amigos, vecinos, conocidos y desconocidos nos aborden en casa, en la calle, en el colegio, en el supermercado, en el bar, en el tanatorio,.. en cualquier lugar, y nos digan que se nos ha ido la cabeza, que estamos cometiendo abusos, que no somos lo que éramos, que robamos y que van a cancelar sus cuentas... debe ser que el Comité de Dirección vive en una burbuja en la que no penetra ninguna de estas quejas sonadas y multitudinarias, dedicándose a poner distancia con el mundo real justificándose en que los demás hacen lo mismo y hasta tienen cierto recorrido más en esa línea, y deleitándose en la contemplación de la cuota de mercado y sus análisis "particulares" de seguimiento de vinculación y pérdida de clientes, sin observar ni valorar en ningún momento que las consecuencias de estas decisiones provocan reacciones en los clientes que se materializan en cualquier momento futuro, incluso años después, según las circunstancias para la desvinculación de cada cliente al que hemos cambiado para siempre la percepción de nuestras señas de identidad. Luego en los grandes directivos se pierde fácilmente la memoria de todo. Ya ha ocurrido otras veces, los grandes directivos del sistema financiero lo llevan en su ADN y así nos va. "De aquellos polvos vienen estos lodos..." y los mismos que generan los problemas se autoproclaman sin sonrojo alguno como los grandes gestores capaces de sacarnos de ellos.

En esa penosa situación de descontento y quejas de la clientela, algunos compañeros y compañeras han actuado al límite para conservar a los clientes y cegados por su compromiso con la Entidad han llegado a realizar malas prácticas bancarias cuando les ha sido imposible obtener una autorización de retrocesión de comisiones. Eso le ha ocurrido también al compañero José Ignacio Cantó Miralles de Caja Rural Callosa, quien no ha soportado la amenaza de un grupo familiar de cancelar sus posiciones de pasivo por haberles cobrado dos comisiones de mantenimiento de 15 euros cada una, y de las que había solicitado sin éxito su retrocesión hasta en dos ocasiones, así como de un cliente que habiendo conseguido los requisitos de vinculación para el no cobro de comisiones tampoco consiguió la autorización para la retrocesión de una comisión de mantenimiento de 15 euros por haber sido unos días después. El compañero "se vio atrapado emocionalmente" y no aceptó la única opción que le dejaba la actuación de la Entidad: "la pérdida de los clientes". No lo entendió e hizo algo que no se debe hacer y que es reprobable: adeudó cada uno de esos 15 euros (45 euros en total) a tres clientes que nos les correspondía y a los que debe haberse ya restituido esos importes.

Al compañero se le abrió expediente disciplinario y desde CCOO hemos actuado con escrupuloso respeto de los procedimientos, hemos ejercido nuestro derecho de audiencia previa en los expedientes a afiliados interviniendo en el proceso de alegaciones aportando razones fundadas para que el expediente se resolviera sin consecuencias. Una vez conocida y ejecutada la decisión de despido, desde CCOO hemos pedido por escrito la revisión de la sanción y readmisión de José Ignacio apelando al hecho objetivo de que el empleado ni se ha apropiado de cantidad alguna, ni jamás ha tenido la más mínima intención de ello, al hecho objetivo de la irrelevante cuantía y al hecho objetivo de que su actuación es "reactiva" y motivada por su compromiso con la defensa de los intereses generales de la Entidad, hemos apelado al principio de proporcionalidad de acuerdo con la graduación de faltas y sanciones, hemos pedido el cumplimiento del compromiso de la Entidad contraído en acuerdo laboral de 10/08/2006 para la prevención de la comisión de faltas y que entre otros obliga a la misma a la elaboración y publicación de un manual que describa los hechos que suponen malas prácticas y que son objeto de una sanción concreta, hemos apelado a la puesta en valor del "trato humano" de nuestras raíces con una persona que ha dedicado 28 años a la Entidad con una conducta intachable y que con 53 años de edad quedaría en un riesgo cierto de exclusión del mercado de trabajo? pero la otra parte no está a la altura, se ratifica en que la realización de disposiciones no autorizadas en la cuenta de un cliente es una práctica inaceptable que se sanciona con el despido disciplinario.

En CCOO tenemos una posición activa en la prevención de las malas prácticas bancarias y colaboramos en ello haciendo todo tipo de propuestas que nos permitan ser unos profesionales capaces y honestos. Esta actuación de José Ignacio es reprobable y hay que evitarla, pero ello no es óbice para que entendamos y todos entenderéis que el despido disciplinario de José Ignacio Cantó Miralles es una acción absolutamente desproporcionada.

La Entidad interpreta con demasiada amplitud y de forma discriminatoria dos conductas calificadas como faltas muy graves tanto en el ET como en el Convenio Colectivo Sectorial y que deben ser objeto de desarrollo en cumplimiento del principio de tipicidad, que son las que la Entidad ha imputado a José Ignacio, a saber:

  • "La transgresión de la buena fe contractual, así como el abuso de confianza en el desempeño del trabajo."
  • "La indisciplina o desobediencia en el trabajo."

Estas conductas así descritas recogen un espectro de acciones demasiado amplio que permite demasiada subjetividad por parte de la empresa, y que por desgracia está valorando con distintiva vara de medir dependiendo de si tal conducta la ha cometido fulano, mengano o zutano.

Hemos puesto la demanda judicial, pero esta actuación no puede dejarse solo a la acción de la Justicia, pues por ahí podríamos ser arrastrados indiscriminada y aleatoriamente cualquiera de las más de seis mil personas que estamos en el Grupo Cooperativo Cajamar, ya que por desgracia los despidos improcedentes, sean por las razones que sean, se resuelven por parte de la empresas con la opción del pago de una indemnización al estar negado al despedido el derecho a optar él por la reincorporación.

Desde CCOO vamos a emprender acciones de presión sindical para la defensa del empleo en el GCC, de nuestro empleo, y ello empieza con reclamar la readmisión de José Ignacio. "Todos juntos" podemos hacer justicia con José Ignacio.

Seguiremos ampliando información y presionando con todo tipo de medidas que nos permitan hacer reaccionar a la empresa.

Recuerda:
El derecho de audiencia previa que tenemos los sindicatos para intervenir "antes" de la adopción de una decisión de despido y sanción de los trabajadores afiliados (art. 10.3.3 LOLS), solo tendremos ocasión de poder ejercerlo si a la empresa le consta la afiliación (art. 55.1 ET), cosa que ocurre si existe descuento de la cuota sindical en nómina o si en el momento de la apertura de un expediente disciplinario el empleado/a afectado informa por escrito a la empresa de su afiliación.

Y ten muy en cuenta el siguiente derecho fundamental:
Todas las personas tienen derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia (art. 24.2 Constitución Española).

¡READMISIÓN DE JOSÉ IGNACIO CANTÓ MIRALLES!
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