El primer paso para la realización adecuada de una evaluación de riesgos psicosociales es la determinación de las unidades de análisis. A partir de ahí, si esa base inicial no se hace de forma adecuada, todo lo demás estará condicionado. Unicaja pretende ser ella, y únicamente ella, quien determine dichas unidades de análisis, impidiendo que desde CCOO podamos aportar, modificar ni mejorar las unidades unilaterales preestablecidas.
Además, desde CCOO hemos propuesto a la empresa la utilización de un método alternativo al planteado por la empresa, mucho más adecuado a nuestra situación. Pero tampoco ha sido atendida nuestra petición.
El método impuesto por la empresa necesita que se adecúe a la realidad de la situación concreta en la que se va a utilizar, para lo cual se deben incluir unas preguntas complementarias, adicionales al propio cuestionario en sí, para englobar adecuadamente a las personas que contesten el cuestionario y obtener, mediante la tabulación de las respuestas, una idea lo más exacta posible de la problemática que afecta a cada colectivo. Pues la empresa tampoco ha dado la opción a que desde CCOO trabajemos para que dicha adecuación sea lo más exacta posible y responda realmente a la realidad de la empresa en la que trabajamos.
Desde Unicaja pretenden que CCOO actuemos como meros espectadores o simples palmeros de lo que unilateralmente ha decidido. En esas condiciones, la evaluación de riesgos psicosociales que tanta falta hace a las personas que trabajamos en Unicaja nace viciada de inicio, y por lo tanto condenada al fracaso. En estas condiciones, van a encontrar a CCOO enfrente.
Con la salud no se juega.