Negociando, Acordando, Firmando

ASÍ, SÍ


Banco Santander fue de las primeras empresas de nuestro sector en firmar su Plan de Igualdad al amparo de esta Ley, el 22 de marzo de 2007. Aunque desde Comfia-CCOO  seguimos impulsando la negociación para incluir avances en este Plan pionero.


 

El 22 marzo de 2007 entró en vigor la Ley de Igualdad y después de cuatro años desde la entrada en vigor procede revisión del estado de la negociación colectiva en materia de igualdad y estudiar, en función de la evolución habida, las medidas que sean pertinentes.

Desde Comfia-CCOO hacemos un balance positivo de su aplicación en el ámbito laboral: 79 empresas de sector financiero y administrativo con el apoyo de CCOO, en muchos casos técnico, han puesto en funcionamiento las medidas de igualdad y no discriminación, que tienen su alcance más colectivo en la aplicación de los planes de igualdad.

Banco Santander fue de las primeras empresas de nuestro sector en firmar su Plan de Igualdad al amparo de esta Ley. Aunque desde Comfia-CCOO seguimos impulsando la negociación para incluir avances en este Plan pionero.

Los estereotipos y prejuicios sexistas hacen que en numerosas ocasiones se menosprecien las capacidades y potencialidades de la parte de la sociedad que conforman las mujeres. La igualdad resulta imprescindible para colaborar en la salida de la crisis económica que estamos atravesando, dando como resultado.

  •  afianzar el estado de bienestar social
  •  plantillas más satisfechas
  •  captación y retención del talento
  •  mejorar de la eficiencia y mayor productividad
  •  garantía de empleo de calidad

     

    Negociamos el cambio de organización del trabajo para la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. La conciliación no es sólo la maternidad. En materia de tiempo de trabajo (permisos retribuidos maternidad, paternidad, reducción de tiempo de trabajo, acumulación de la lactancia, vacaciones,…) la negociación colectiva está conociendo indudables avances, y sin embargo una cuestión que podría ayudar a una mayor corresponsabilidad entre hombres y mujeres como el derecho a la adaptación de la jornada o la flexibilidad horaria está obteniendo mucho menos resultados por su mala comprensión o aplicación en algunos casos.

    Los avances de la ley para combatir el acoso sexual en el trabajo tienen su reflejo positivo en el refuerzo del papel de la negociación colectiva, que se percibe en el aumento de la protección a las víctimas de los llamados riesgos  sicosociales como el acoso sexual o por razón de sexo en los centros de trabajo, aunque aún queda camino que recorrer.

    Por tanto, estamos todavía comenzando a ver resultados en la dirección correcta. Negociando medidas no discriminatorias, acordando en igualdad, firmando derechos.

 

 

ASÍ,