Archivado en Campañas, Mujeres e Igualdad

Brecha Salarial de género

22 Febrero: Día de la Igualdad Salarial


La brecha salarial es una de las manifestaciones más evidentes de la desigualdad entre mujeres y hombres. Una desigualdad estructural que nace de la división sexual del trabajo, un esquema de organización social que supone asignar a las mujeres preferentemente las tareas de cuidados a las que, además, se les asigna menor valor.


Según el informe ‘Por la igualdad real, contra la brecha salarial’, de la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO y el Gabinete Económico de CCOO, la diferencia entre la ganancia salarial media de hombres (26.934 euros) y mujeres (21.682 euros) fue de 5.252 euros anuales en 2019. Es decir, el salario medio de las mujeres tendría que aumentar en 5.252 euros, un 24%, para igualarse al alza con el salario de los hombres.

La parte principal de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres se explica por la diferente distribución laboral y composición del empleo: las mujeres soportan una inserción laboral en peores condiciones y en sectores y ocupaciones generalmente peor pagadas, lo que se traduce en un salario medio menor.

En cuanto a salarios: los complementos, un elemento muy importante. El salario base es claramente el componente más importante del salario bruto mensual y explica el 55,3% de la brecha salarial de género. Sin embargo, casi el cuarenta por cien (39,4%) de la brecha mensual en la nómina entre mujeres y hombres se concentra en los complementos salariales. En unos casos se trata de complementos otorgados con criterios discrecionales, sobre todo en los puestos directivos, y que benefician menos a las mujeres. En otros, retribuyen aspectos “masculinizados” del trabajo, como el esfuerzo físico, la penosidad, nocturnidad o la disponibilidad horaria; mientras que no se retribuyen otras habilidades “feminizadas” como la atención, precisión, etc.

                                                                                                

 “PARA HACER FRENTE A LA BRECHA ES FUNDAMENTAL LA APLICACIÓN DE LA REFORMA LABORAL Y LOS PLANES DE IGUALDAD EN LAS EMPRESAS”