Estos días hemos podido comprobar con perplejidad e indignación, cómo dentro de la campaña de adelgazamiento de la plantilla de BBVA en Cataluña (mal-dicen que sobramos unas 300 personas), se está ofreciendo a compañeros y compañeras, la compra del puesto de trabajo, o lo que es lo mismo, despidos encubiertos bajo una supuesta voluntariedad.

En los últimos días se han ido intensificando los rumores sobre el cierre o externalización de parte o de todos los departamentos que a día de hoy dan servicio al banco en Tres Cantos.

Desde el 15 de diciembre el Banco ha comunicado 8 nuevos despidos directos; 5 en la Red (3 en Cataluña y 2 en Andalucía) y 3 en los SSCC de la Vela en Madrid. Todos con el mismo esquema que en junio: Pérdida de la confianza por baja productividad. El perfil: personas con la edad media de la plantilla que no están dispuestos a aceptar cualquier horario o función. Y lo más grave es que la mayoría son mujeres.