El alto nivel de exigencia actual, la llamada competitividad, nos obliga a todos a un gran esfuerzo y compromiso profesional, para conseguir objetivos ambiciosos que garanticen máxima rentabilidad y viabilidad empresarial. ¿Cuál es el camino ideal para lograr estos objetivos?

Comfia-CCOO apostamos por el liderazgo, la motivación, la creatividad, ese es el valor añadido que cualquier dirigente tiene que aportar a su equipo para lograr el éxito.

Cuando se sustituyen estos valores, por la prepotencia, el miedo, el abuso de poder y se quieren conseguir los objetivos exclusivamente a base de látigo, se cae en la tiranía y los resultados son siempre peores.

¿Qué tipo liderazgo tenemos en alguna Territorial? No lo detallaremos en esta comunicación, no hace falta, está en la mente de todos.

Los trabajadores y las trabajadoras estamos dispuestos a seguir realizando el máximo esfuerzo, a mantener el compromiso con esta Empresa, nos jugamos el presente y el futuro, somos absolutamente conscientes de la situación actual, lo estamos demostrando año tras año, eso es lo que nos da fuerza moral para exigir otro tipo de liderazgo.

La metodología que se emplea en algunas Zonas es irresistible e impresentable, lo único que demuestra es incompetencia y falta de creatividad, no aportan nada en absoluto, ni una pizca de valor añadido, un becario haría perfectamente ese trabajo: mandar montones de correos, hacer innumerables llamadas telefónicas, PEDIR REPORTES A TODAS HORAS, sin propuestas, sin ideas para conseguir los objetivos, eso sólo sirve para desmotivar, deprimir y castigar nuestra salud.

Si todo el tiempo y energía que se emplea en esos dañinos menesteres, se ocupara en acompañar a los gestores de las oficinas a visitar clientes, en hacer propuestas encaminadas a facilitar la consecución de los objetivos, cuanto mejor nos iría a todos.

Eso sí, no tienen reparo alguno en forzar, amenazar y ridiculizar a quienes realmente consiguen los resultados, para a renglón seguido, ser ellos los que disfrutan de los mayores beneficios, tanto a nivel económico, como en otras dádivas, como incentivos en formas de viajes por los resultados en seguros.

Existen tres tipos de directivos, los que viven permanentemente lamentándose de sus subordinados, los mediocres que sólo exigen sin añadir valor alguno a la consecución de los objetivos y los directivos de verdad, los que se implican, aportan, ayudan y crean.

Sabemos que las Zonas no funcionan de espaldas a su Dirección Territorial, lo que hacen es con conocimiento y consentimiento de sus jefes, incluso es posible que siguiendo instrucciones.

Pedir esfuerzos extremos de forma continuada, es irresponsable y suicida, no hay quien lo aguante, sobre todo si se pretende siempre ser el nº 1 a toda costa. Antes fue la ampliación de capital, luego el fondo inmobiliario y ahora que más da, una campaña más, pidiéndonos más, más y más, así hasta la extenuación.

La plantilla está dispuesta a mantener el nivel de compromiso que le ha venido caracterizando, por sentido de la responsabilidad, por profe-sionalidad. Pero exigimos otro tipo de liderazgo, basado en el respeto, el apoyo, el acompañamiento y la transparencia, no necesitamos arreadores, necesitamos líderes creativos y capaces que complementen nuestro esfuerzo.
Mayo de 2012