Era septiembre de 2018 cuando apareció misteriosamente y por generación espontánea un protocolo de pago de primas de objetivos. Lo denunciamos y ya sospechábamos que, incluso con ese documento, usado como escudo contra los que nos iban dejando para no pagarles su esfuerzo por la compañía, la prima de objetivos podría no pagarse cuando tocara.
Estos presagios han terminado por materializarse en más de 200 compañeros y compañeras que han podido sufrir en sus emolumentos los estragos de esta política.
También en septiembre, nuestro CEO en un comunicado nos dedicaba unas palabras para decirnos que no íbamos mal y que diéramos un sprint de cara a la última parte del año.
¿Qué ha pasado?
Pues por lo que nos pasan algunos compañeros que han pedido explicaciones por su “prima 0.0”, Atmira ha tenido una rentabilidad inferior a lo previsto de 723.000€ frente a los más de 3.098.440€ que esperaban y que se recogen en las primas de objetivos de 2018 que firmamos en su día. ¿Cómo es posible si el CEO decía que todo iba bien? ¿Las pérdidas aparecen de golpe o no nos decía la verdad?
En las encuestas que nos hace la empresa, es mucha la gente que ha pedido que Atmira sea transparente. No parece que escuchen. La transparencia contribuye a la confianza, y con confianza es más fácil compartir “sus propósitos y objetivos”.
La empresa se niega a dar al comité el detalle por unidad, pero igualmente todo acaba sabiéndose. Con lo que nos ha trascendido, dicen que la unidad de Bankia obtiene -315.969€ respecto al previsto o que la de Santander también se queda muy lejos del objetivo.
Y mientras las cifras se ponían en rojo ¿qué ha ido haciendo la Dirección para arreglar esta falta de ventas y proliferación de malas ventas? Meter más y más capa de gerencia… con buenos (diríamos que muy buenos) salarios, que ahondan en esos números rojos… Tal vez no les importe, porque sabían que esos salarios los podrían pagar con las primas de objetivos de todos.
Un último dato… la facturación por persona en 2018 ha sido de 50.231€.
Nos cabe preguntar ¿a qué juega Atmira?
Pero todo eso es pasado… ¿Qué perspectivas tenemos para el futuro? La previsión es que 2019 siga siendo un buen año para el sector (2018 también lo fue pero con tanto gerente nuevo nos hemos comido los beneficios). Ahora bien, nos avisa el CEO, en el comunicado del pasado lunes, que la nueva estructura organizativa está orientada a “asegurar la calidad de los trabajos realizados y su rentabilidad” y que “se tiene previsto incorporar talento a nivel ejecutivo”. ¿Más supervisión y más jefes? ¿Más látigo y más puño cerrado? ¿Alguien ha contado cuántos responsables hay en la capa de dirección en ese comunicado de lunes 12? No los cuentes, que ya te los contamos nosotros… 54 personas de director de proyecto para arriba. ¿Tenemos los responsables (en número) que nos podemos permitir? Atmira, nos dicen, ¡no es ninguna ONG!
Hoy más que nunca tienen sentido las viñetas que acompañan a estas letras. No vamos a contaros la historia de los remeros, que ya lo conocéis todos, para que ningún responsable o directivo se dé por aludido.
