Choque de trenes en el sector de la intervención social

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Choque de trenes en el sector de la intervención social

El fin de la paz social que preveíamos se ha materializado.

En la última reunión sostenida con la patronal de las ONGs, se ha materializado la imposibilidad del acuerdo.

Tras una supuesta reflexión por las partes, Cedimos una vez más; en nuestras pretensiones económicas, Para chocar contra el inmovilismo de las “empresas”.

Aunque a lo largo de la vida del sector hemos priorizado la labor social, no es posible seguir transfiriendo la carga a las personas trabajadoras. Tenemos familias y necesidades que atender y la devaluación salarial -en lo que respecta al acceso a la vivienda y productos de primera necesidad- no puede continuar.

Necesitamos recuperar poder adquisitivo y/o tiempo personal (jornada y salario).

Permanentemente estamos perdiendo frente a otros convenios de entorno, especialmente frente a los compañeros que desarrollan la misma labor en las administraciones públicas.

Mientras que se discute esta realidad para el grueso de las plantillas, las direcciones en las empresas más significativas del sector (Accem, CEAR, Cruz Roja, entre otras) se suben sus salarios muy por encima de lo contemplado en los convenios.

Después de dilatar la negociación durante meses, trasladándonos que existía un acuerdo próximo, las patronales bloquean la negociación, Siendo plenamente conscientes de que, de no alcanzarse un pacto, será imposible trasladar una subida salarial para el próximo año al no estar incluida en pliegos, conciertos y proyectos.

A las plantillas del sector solo nos resta asumir sus pretensiones o iniciar movilizaciones, con el fin de dignificar a las personas que con su esfuerzo diario atienden a los colectivos más desfavorecidos, con una implicación que va más allá de lo laboral.

Con este fin, las Federaciones de UGT y CCOO convocamos a las delegadas y delegados del sector de intervención social a una asamblea conjunta, que se celebrará el próximo 20 de noviembre, con el objetivo de analizar la situación actual y, en caso de no aceptar el ultimátum empresarial, acordar un calendario de movilizaciones.

Sabemos que contaremos con el respaldo de todo el colectivo implicado porque para dignificar a los colectivos desfavorecidos hay que dignificar a quienes los atienden.

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