La decisión se conoce 6 semanas después de concluir un acuerdo, en vigor durante 7 años, que contemplaba indemnizaciones de 65 días por año más distintos incentivos por productividad y asistencia en caso de venta o migración de servicios.

En lo que no parece un acto de liderazgo ejemplar, en los últimos días de vigencia del acuerdo,  el máximo ejecutivo del centro extinguió su contrato bajo su cobertura con una indemnización millonaria.

El centro, inaugurado en 1999 como una apuesta estrella, ha prestado servicios a negocios de Citi en todo el mundo, ha llegado a emplear a 1400 personas, contando ahora con algo menos de 400 entre directos e indirectos. 

COMFIA CCOO BSC, Barcelona, 27 de junio de 2014

El anuncio, tras meses de espera en que esta cuestión era un secreto a voces, supone la migración integra de los servicios de Reino Unido, hacia Malasia, Filipinas e India . El mismo anuncio conlleva otra situación más inesperada, la migración de las posiciones de servicio regional, éstas hacia Varsovia y Londres. Esta decisión pone en la rampa de salida a entre el 40% al 50% del personal del centro, aproximadamente. El pasado día 25 de junio la compañía inició para esta fase los procedimientos formales para el inicio del periodo de consultas de un Expediente de Regulación de Empleo.

Esta acción de inicio del expediente no parece contemplar, de momento, las consecuencias que tiene otra de las noticias de los últimos días, vinculada a la venta de la red de oficinas y banca de consumo de Citibank España a Banco Popular. 

El 23 de junio por la tarde, fecha calamitosa para cualquiera que conozca la cultura catalana (equiparable a comunicar una acción crítica la noche de acción de gracias en EEUU) se confirmaba que el personal que da soporte a Citibank España desde el centro de servicio no había sido contemplado en la operación de venta por lo que su empleo dejará de ser viable en un corto plazo (de entre 12 y 18 meses), pero para el que sigue habiendo obligación de prestación de servicios al "nuevo cliente" en ese tiempo, es decir, a la misma red de siempre desde 1999. El resto de activos laborales, Citibank España y Citirecovery AIE al completo, han sido transmitidos a Banco Popular. Ninguna compañía de Citi en España, que no sea el centro de Barcelona ha tenido afectación de empleo.

Otra consecuencia de la venta de la franquicia española, fuera de un ámbito cercano, la sufrirá el centro de Bogotá, que también está condenado al cierre. Curiosamente el centro colombiano se construyó sobre la deslocalización de los servicios de banca telefónica y recobro desde Barcelona, en 2007. Otro proyecto estrella, con grandes fastos de inicio y existencia efímera.

Nadie de ninguna de las dos compañías, ni Citibank ni Popular, han explicado de qué forma se organizarán los servicios que las dos unidades afectadas realizan, estando de momento más preocupadas de proyectar a los medios que la operación no afecta al empleo, cuando la realidad de las decisiones tomadas indican que más de 800 personas se quedarán por el camino, eso sí "de acuerdo a la leyes aplicables en cada país" según detallan en comunicados internos, lo que sin duda es tranquilizador, reformas laborales y fiscales aparte.

En su conjunto las dos operaciones mencionadas, dejan de facto fuera al 80% del empleo del centro, por lo que pensar que el hipotético resto de servicios que quedan fuera de afectaciones son viables en el medio plazo carece de cualquier sentido.

La situación que se ha generado tiene tan difícil explicación que a la propia gerencia de la corporación le está costando construir un discurso sobre lo que está pasando en los vehículos legales que ha decidido sacrificar. Reaccionando tarde, mal y con ambigüedades de todo tipo, aunque eso sí, con otras medidas no tan tibias, más ágiles y muy concretas sobre los canales de información disponibles tomando acciones para impedir el acceso a la información de la Sección Sindical de COMFIA CCOO desde Colombia hace semanas.

Lo único cierto hasta ahora es que la representación de la empresa ha sido incapaz de alcanzar un acuerdo con la representación de los trabajadores fuera de márgenes formales, y de hecho ha empujado a ello, contratando a un conocido bufete de abogados habitual en estos procesos, Sagardoy, para la defensa de sus intereses, contando afortunadamente con presupuesto para ello. Será la primera vez en quince años en relaciones laborales en el centro en el que esto suceda, en el que se abra un periodo formal / legal de negociación sin haberse alcanzado un acuerdo, o posiciones cercanas a ello.

En estas líneas se expone una situación crítica, que ya se ha compartido con las personas trabajadoras del BSC en tres asambleas convocadas por COMFIA CCOO entre el 25 y 26 de junio. En ellas se ha analizado la situación, las propuestas realizadas en los meses previos, resaltando que se ha priorizado la continuidad en el empleo, con poco éxito, viendo la nula receptividad que ha tenido por parte de Citi, y la necesidad de construir una alternativa compensatoria, equitativa para todos y todas.

En el mismo sentido se subrayó que se informará del proceso de negociación y se instó a los asistentes en mantenerse organizados en defensa del interés de todas las personas trabajadoras del centro, sin descartar ningún escenario de movilización llegados a este punto (acciones de prensa, visuales, concentraciones, paros parciales o totales, entre otras muchas hipótesis).

Querríamos estar convencidos de que a las dos partes nos interesa llegar a un acuerdo. Pero no todo vale, y menos tras lo que ha sucedido en los últimos meses. E igual que la empresa planifica un escenario con acuerdo y a buen seguro uno sin él, la representación sindical ya trabaja en lo mismo.

Finalmente queremos indicar que COMFIA CCOO en el BSC cuenta ya con la colaboración activa de todas las estructuras del sindicato, incluyendo el soporte legal que se requiera, para apoyar las acciones que se propongan y llevar nuestra problemática a discusión a todas la organizaciones con alguna responsabilidad en la situación que vivimos, Citi y Banco Popular.