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CCOO ASEPEYO
La banca tiembla tras el dato del paro: el peligro ya no son los ladrilleros, sino los hipotecados
El impacto de la morosidad de los particulares puede ser infinitamente superior al de las empresas inmobiliarias que copan los titulares estos días. Hasta ahora, hemos visto morosidad en los inmigrantes y en los promotores inmobiliarios, pero ahora empieza la de los españoles y las pymes, que puede ser una avalancha.
03-09-2008 - El horrible dato de paro de agosto conocido ayer no sólo provocó sudores fríos a nuestros gobernantes, sino también a las entidades financieras. La razón es que todos esos parados van a tener serias dificultades para devolver sus créditos ahora que no tienen trabajo -nitampoco muchas perspectivas de encontrar otroa corto plazo-. Situación especialmente grave en las hipotecas, muchas de ellas por valores muy superiores al valor actual de las viviendas y cuya letra mensual supone un porcentaje excesivo de los ingresos que percibían estos trabajadores... cuando trabajaban.
Todo eso se traducirá inevitablemente en un fuerte aumento de la morosidad. Y el impacto de la morosidad de los particulares puede ser infinitamente superior al de las empresas inmobiliarias que copan los titulares estos días: Reyal Urbis, Colonial, Aisa, etc. Hasta ahora, hemos visto morosidad en los inmigrantes y en los promotores inmobiliarios, pero ahora empieza la de los españoles y las pymes, que puede ser una avalancha, explica otra fuente del sector.
"La morosidad o el concurso de acreedores de las inmobiliarias es muy llamativa porque son miles de millones de euros de golpe, pero está muy repartida entre los sindicatos bancarios y muchas entidades ya han provisionado el grueso de esas deudas", explican en una tercera entidad. "El peligro de verdad es el aumento del paro, que puede provocar una escabechina en las cuentas de los bancos", añade esta fuente. De hecho, el discurso de la banca antes del verano era que todo iría bien mientras no se disparase el paro.
La morosidad puede alcanzar el 3%
Esa espiral de la morosidad ya se está produciendo - "están entrando en mora créditos a espuertas", afirma gráficamente una fuente del sector-, como ya adelantó El Confidencial en julio, aunque no empezará a reflejarse hasta las cuentas del tercer trimestre de las entidades. Pero que está ahí: por ejemplo, ayer Standard & Poor's puso en vigilancia negativa el rating de la CAM por el deterioro de sus activos (es decir, de sus créditos).
Igualmente, Caja Castilla La Mancha presentó ayer una tasa de morosidad del 2,99% en sus resultados semestrales. El 2% era el nivel maldito que ninguna entidad quería superar. A partir de ahí vienen los verdaderos problemas, ya que las entidades tienen que cargar el 25% del crédito impagado a pérdidas (provisiones específicas) cuando lleva tres meses, según las nuevas normas contables de Basilea II (antes eran12 meses).
Las previsiones de distintas instituciones -CECA, La Caixa- antes del verano apuntaban a una tasa de mora del 2% para este año en el conjunto del sistema, pero informalmente circulaban previsiones del 2% para los bancos y del 3% para las cajas. Ahora, después de las vacaciones, las fuentes consultadas reconocen que "seguramente será más".
Las provisiones pueden no ser suficientes
Con una morosidad del 3% en 2008, cobrarían fuerza los temores del sector de que la crisis se puede comer las provisiones genéricas, el famoso colchón que les obligó a dotar el Banco de España durante los años de vacas gordas. Aunque el discurso oficial es que el colchón es más que suficiente para aguantar la crisis, hay entidades que reconocen fuera de micrófono que las cosas pueden empeorar mucho: "Dependerá de lo que dure la crisis y del caso concreto de cada entidad,pero, tal como se están poniendo las cosas, es probable que lasprovisiones se acaben antes que la crisis"
Lo importante no es la morosidad en sí, sino la pérdida esperada. La morosidad va a subir por fuerza con el estancamiento del crédito (no sube el denominador, que es el crédito, y suben los impagos, el numerador), así que lo que importa es el coste del recobro, explica otro experto en banca. Y para rebajarlo, las entidades han empezado a tomar medidas como la venta de su cartera de créditos morosos con fuertes descuentos (hasta el 60%) y la preparación de fuerzas especiales de recobro, que antes se dedicaban a la concesión de créditos.
Eduardo Segovia
Cotizalia
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