Reunión de CC.OO. con el Consejero Delegado del Popular
SOLIDARIDAD en el ESFUERZO

Circular CC.OO. en Grupo Banco Popular
marzo 2009

Desde CC.OO. entendemos que el Grupo Banco Popular está en buena posición relativa para afrontar el negocio, con unas plantillas que vienen demostrando su capacidad y que, sin duda, acometerán los cambios que se precisan. Las modificaciones en la forma de trabajar suponen, y supondrán, un significativo esfuerzo para empleados y empleadas, que esperamos se vea correspondido por la Dirección del Grupo Banco Popular.

En la entrevista mantenida el día doce de marzo con el Consejero Delegado, desde este sindicato expresamos nuestra preocupación por la crónica escasez de empleados en muchas oficinas y, sobre todo, por la presión, a nuestro juicio desmesurada, que se aplica a las plantillas, acentuada según transcurre el tiempo. La pérdida de las buenas formas y las amenazas, incluyendo el despido, sitúan a los empleados y a CC.OO. en un contexto problemático al que hay que dar solución urgentemente.

Por otro lado, convinimos en que la situación de crisis económica y financiera que vivimos precisa de esfuerzos especiales, también en el Popular, para afrontarla. No obstante, en el mensaje que perciben las plantillas, procedente de ciertos niveles de Dirección, se mezclan las directrices propias de la gestión y las amenazas antes citadas, lo cual valoramos como muy desacertado.

El Consejero Delegado nos aseguró que no ha sido ni es intención de la entidad el acometer proceso alguno de reducción de empleo, siendo la firma del Protocolo de Fusión una muestra de esta voluntad. El mantenimiento de los puestos de trabajo es, pues, una de sus principales preocupaciones. Tampoco se pretende basar en el temor la gestión del banco, por lo que resultan inadecuadas las malas formas o la incorrecta transmisión de las instrucciones que se imparten desde las más altas instancias de la Dirección, resaltando que una gestión cuartelaria de personal constituiría una mala gestión.

En cuanto a la escasez de plantillas, se nos comentó que la reducción del número de centros de trabajo, por la fusión y por las causas habituales de falta rentabilidad o proyección, implica la posibilidad de atender mejor las solicitudes de plantilla que se vienen demandando, por medio de la correspondiente reubicación de empleados.

La Dirección del Grupo entiende, y ha emitido disposiciones al efecto, que es necesario afrontar la crisis económica que vivimos mediante modificaciones en los hábitos de trabajo que ya no se ajustan a las características que actualmente demanda el negocio. No se trata de trabajar más horas, se nos aseveró, sino de trabajar mejor. Sin duda, estos cambios en la manera de trabajar se pueden entender como presión, pero no es voluntad del Consejero Delgado endurecer en manera alguna las condiciones laborales. La situación económica actual, añadió, comporta un cambio en el negocio que hemos desarrollado en los últimos años. Un cambio que nos obliga a la transformación de la actividad cotidiana en las oficinas, donde han de afrontarse dos actividades primordiales: la gestión de la morosidad y la acción comercial, en sus vertientes de pasivo e inversión. Así mismo, manifestó que hemos de aprovechar el hecho de que, a diferencia de otras entidades que operan en España, el Grupo dispone de liquidez para invertir; de ahí la conveniencia de ofrecerla a nuestros clientes tradicionales, los particulares en sus distintas variantes y las pequeñas y medianas empresas.

Desde CC.OO. argumentamos que la plantilla no es culpable de la situación actual de crisis y que la extensión de la prolongación de jornada que se está produciendo nos sitúa en un mal escenario, entre otras razones por lo que tiene de incumplimiento del Convenio colectivo. Expusimos igualmente al Consejero Delegado que para compensar el esfuerzo que se viene realizando, así como los cambios que se imponen, en este tiempo de crisis y esfuerzo, consideramos necesario abordar de manera decidida la libranza de todos los sábados del año. Es una medida que de algún modo corregiría excesos en materia de prolongación de jornada, permitiría una mejor conciliación de la vida personal y laboral y comportaría la correspondiente reducción de gastos al cerrar las oficinas.

De la misma forma, aunque somos conscientes de que comportan un gasto, no deberían olvidarse mejoras en Bonus y Retribuciones Complementarias, así como el Complemento de Vivienda, tema éste donde se registran situaciones que llegan a ser angustiosas. La finalización ordenada de la vida profesional de los empleados, por medio de prejubilaciones y jubilaciones parciales, es otro de los grandes temas donde hay urgencia en actuar. En cuanto a este último punto, el Consejero Delgado manifestó que por ahora no se tiene pensado abrir procesos de prejubilación, pero que no se descarta hacerlo más adelante; en las actuales circunstancias, el banco no puede afrontar decisiones en materias que comporten un aumento del gasto.

Desde CC.OO. entendemos que el Grupo Banco Popular está en buena posición relativa para afrontar el negocio, con unas plantillas que vienen demostrando su capacidad y que, sin duda, acometerán los cambios que se precisan. Las modificaciones en la forma de trabajar suponen, y supondrán, un significativo esfuerzo para empleados y empleadas, que esperamos se vea correspondido por la Dirección del Grupo Banco Popular.

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