El sindicato ha lamentado esta política unilateral de reajuste por parte de la dirección y ha reclamado la negociación de un protocolo de integración de oficinas que evite medidas traumáticas sobre el empleo. De igual forma, CCOO ha denunciado que la supuesta situación de
excepcionalidad de Cajasur ha impedido una gestión profesionalizada de
esta entidad, al tiempo que ha exigido para la entidad el diseño de un
proyecto empresarial profesional, democrático y estable, normalizando
su situación dentro del marco legal común al resto de cajas andaluzas.
Ante un posible plan de ajuste de la red de oficinas de Cajasur, que podría llevar aparejado una reducción del volumen global de empleo, CCOO ha recordado que ya advirtió hace meses sobre estos riesgos, acusándonos entonces de alarmismo por parte del sindicato corporativo Aspromonte, auspiciado y controlado por la dirección de esta entidad desde la época de Castillejo.
Según CCOO, informaciones recientes proporcionadas por la propia dirección de la caja apuntan al cierre de una serie de oficinas, comenzando por algunas del arco mediterráneo. El sindicato denuncia que esta política unilateral de reajuste de la red se está llevando a cabo a pesar de sus reiteradas demandas para la negociación de un protocolo de integración de oficinas que regule medidas no traumáticas para la plantilla de las mismas.
Este clima de incertidumbre en torno a Cajasur ha llevado a CCOO a reafirmar la defensa de la viabilidad de la entidad, de la propiedad del conjunto de la sociedad y de sus 3.000 empleos. En este sentido, el sindicato afirma que es necesario articular un proyecto que garantice estos objetivos, bien a través de medidas que permitan construir un proyecto empresarial sólido basado en la profesionalidad en la gestión,
la democratización de la caja, la depuración de responsabilidades y, por descontado, el mantenimiento del empleo, o bien mediante procesos de integración con otras entidades en base a criterios empresariales (viabilidad del proyecto, complementariedad, solidez), sociales (incorporación al marco jurídico general de
Cajas a nivel andaluz, obra social, y código de conducta) y laborales (protocolo laboral para el mantenimiento del empleo y la homologación de condiciones).
Del mismo modo, CCOO recuerda que en multitud de ocasiones ha advertido de las consecuencias a nivel de gestión y de modelo empresarial de la presunta excepcionalidad de Cajasur, poniendo de manifiesto que los lastres del pasado y los grupos de interés han impedido sistemáticamente una gestión profesionalizada de la entidad, propiciando un carrusel de cambios en la dirección que ni han ido acompañados de una exigencia de responsabilidades ni, lo que es peor, han resuelto los problemas defondo de la caja.
Por tanto, la central sindical exige el diseño de un proyecto empresarial profesional, democrático y estable, aún más imprescindible cuando se comprueba cómo la presunta excepcionalidad de Cajasur ha llevado a la actual situación y ha sido la causa fundamental que ha impedido la profesionalización de la caja y su gestión bajo criterios empresariales. Para CCOO, cualquier medida o proceso que se adopte debe incluir la normalización de Cajasur en el marco legal común al resto de cajas andaluzas.
Córdoba, 28 de mayo de 2009
Ante un posible plan de ajuste de la red de oficinas de Cajasur, que podría llevar aparejado una reducción del volumen global de empleo, CCOO ha recordado que ya advirtió hace meses sobre estos riesgos, acusándonos entonces de alarmismo por parte del sindicato corporativo Aspromonte, auspiciado y controlado por la dirección de esta entidad desde la época de Castillejo.
Según CCOO, informaciones recientes proporcionadas por la propia dirección de la caja apuntan al cierre de una serie de oficinas, comenzando por algunas del arco mediterráneo. El sindicato denuncia que esta política unilateral de reajuste de la red se está llevando a cabo a pesar de sus reiteradas demandas para la negociación de un protocolo de integración de oficinas que regule medidas no traumáticas para la plantilla de las mismas.
Este clima de incertidumbre en torno a Cajasur ha llevado a CCOO a reafirmar la defensa de la viabilidad de la entidad, de la propiedad del conjunto de la sociedad y de sus 3.000 empleos. En este sentido, el sindicato afirma que es necesario articular un proyecto que garantice estos objetivos, bien a través de medidas que permitan construir un proyecto empresarial sólido basado en la profesionalidad en la gestión,
la democratización de la caja, la depuración de responsabilidades y, por descontado, el mantenimiento del empleo, o bien mediante procesos de integración con otras entidades en base a criterios empresariales (viabilidad del proyecto, complementariedad, solidez), sociales (incorporación al marco jurídico general de
Cajas a nivel andaluz, obra social, y código de conducta) y laborales (protocolo laboral para el mantenimiento del empleo y la homologación de condiciones).
Del mismo modo, CCOO recuerda que en multitud de ocasiones ha advertido de las consecuencias a nivel de gestión y de modelo empresarial de la presunta excepcionalidad de Cajasur, poniendo de manifiesto que los lastres del pasado y los grupos de interés han impedido sistemáticamente una gestión profesionalizada de la entidad, propiciando un carrusel de cambios en la dirección que ni han ido acompañados de una exigencia de responsabilidades ni, lo que es peor, han resuelto los problemas defondo de la caja.
Por tanto, la central sindical exige el diseño de un proyecto empresarial profesional, democrático y estable, aún más imprescindible cuando se comprueba cómo la presunta excepcionalidad de Cajasur ha llevado a la actual situación y ha sido la causa fundamental que ha impedido la profesionalización de la caja y su gestión bajo criterios empresariales. Para CCOO, cualquier medida o proceso que se adopte debe incluir la normalización de Cajasur en el marco legal común al resto de cajas andaluzas.
Córdoba, 28 de mayo de 2009
