En la última reunión mantenida con la Dirección de la Empresa, nos vimos sorprendidos
por la actitud de UGT, al firmar en solitario un preacuerdo que básicamente recoge
la misma propuesta que nos ofrecía la Empresa diez días antes, y que fue rechazado por la Asamblea de Trabajadores
celebrada en aquél momento y además, fue el motivo de la convocatoria de huelga
indefinida a partir del 23 de mayo.
En esta circunstancia, el lunes 21 de mayo se celebró una
nueva Asamblea de Trabajadores, que fue convocada por CC.OO. y CSICA, al no
aceptar UGT su convocatoria, y en donde se
puso de manifiesto el rechazo al preacuerdo firmado por UGT, tanto en las
formas como en el fondo. En las formas, porque los sindicatos habíamos
adquirido el compromiso de que cualquier acuerdo o preacuerdo, debería ser
aprobado por la Asamblea
de Trabajadores; y en el fondo, porque la propuesta de la empresa resulta a
todas luces insuficiente y además no contempla solución alguna para los
Directores y Subdirectores cesados en su cargos por haber secundado la huelga.
También se levantaron voces
críticas con la ausencia de UGT en la Asamblea y con su propuesta unilateral de
celebrar un referéndum como medio más democrático para ratificar el
acuerdo, poniendo de esta forma en cuestión,
el modelo asambleario que veníamos practicando desde el inicio del
conflicto, con una asistencia y participación en las Asambleas,
multitudinarias.
Como quedó bien claro en las más de 25 intervenciones que se
produjeron en la Asamblea,
es ésta el órgano donde se pueden expresar los trabajadores, debatiendo y
exponiendo las diferentes propuestas y, finalmente, decidiendo lo que proceda.
A estas alturas del conflicto, con todo lo que llevamos a nuestras espaldas,
pretender hurtar a la
Asamblea de Trabajadores su soberanía, cuando se delegó en
ella la decisión de convocar varias jornadas de huelga, una manifestación,
diferentes concentraciones y mantener en lucha a toda una plantilla, supone una falta total de respeto a los
trabajadores. No se puede echar sobre sus hombros la responsabilidad de las
movilizaciones, para después, cuando ya no conviene, tomar una decisión
unilateral que rompe el consenso sindical y viola los mandatos de la Asamblea.
Además, tal parece que la iniciativa del referéndum haya
partido de la Dirección
de la Empresa,
para que participen en el mismo el equipo directivo al completo, incluido el
Director General y los representantes de la Empresa en la mesa negociadora (que por cierto, no
suelen asistir a las Asambleas de Trabajadores), con el objetivo de sacar
adelante su propuesta.
Como consecuencia de este desmarque de UGT, la Asamblea de Trabajadores
decidió aplazar la huelga indefinida
que estaba previsto iniciar el 23 de mayo, pero se acordó continuar con las movilizaciones, realizando una concentración de
trabajadores el próximo 30 de mayo, coincidiendo con la celebración de la Asamblea General
de la Caja.