Arquivado en Documentacion, Socio Economico
Organizacion Internacional de Trabajo OIT
El papel de los sindicatos en la economía globalizada y la lucha contra la pobreza
Aunque la pobreza en el mundo se ha reducido durante las dos últimas décadas y algunos países están disfrutando de un crecimiento económico sin precedentes, casi la mitad de la humanidad sigue sobreviviendo con menos de dos dólares de los Estados Unidos al día.
La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de las Naciones Unidas, celebrada en 1995, constituyó un primer paso importante por cuanto se refiere a abordar las consecuencias sociales de las políticas de corte neoliberal que dominaron buena parte de los decenios de 1980 y 1990. En ella se dio un paso decisivo al apelarse a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a que redoblasen sus esfuerzos a fin de hacer frente a la pobreza, el desempleo y la exclusión social. En diciembre de 1995, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el primer Decenio de las Naciones Unidas para la Erradicación de la Pobreza. Este compromiso con el desarrollo de los países menos adelantados (PMA) del mundo se reafirmó en mayo de 2001, durante la Tercera
Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados. El Consenso de Monterrey impulsó el apoyo internacional a la financiación del desarrollo, con objeto de erradicar la pobreza, lograr un crecimiento económico sostenido y promover el desarrollo sostenible. Si bien éstas eran iniciativas bienintencionadas, el modelo de desarrollo predominante seguía haciendo hincapié en las políticas económicas de carácter neoliberal.
Por otra parte, los compromisos asumidos no se estaban traduciendo del todo en acciones concretas sobre el terreno. Todo lo anterior ha ido teniendo lugar en un contexto de reestructuración de la economía mundial. La globalización surgió como uno de los mayores desafíos con que se enfrentaba el movimiento sindical. Las crecientes desigualdades; la erosión de los derechos de los trabajadores; el incremento del desempleo; el aumento del número de «trabajadores
pobres», sobre todo en la economía informal; las privatizaciones; el desmantelamiento del estado del bienestar; las devaluaciones; la supresión de los subsidios; la repartición de los gastos en salud y enseñanza, y la desreglamentación de los mercados de trabajo se convirtieron en un acuciante reto para las organizaciones sindicales.
La respuesta de la OIT a estos desafíos ha tenido una doble vertiente: en primer lugar, la promoción del trabajo decente como objetivo global y la importancia capital del empleo decente como medio clave para salir de la pobreza; en segundo lugar, el llamamiento a una globalización justa, dotada de una dimensión social, basada en valores universales en materia de derechos humanos, integradora, gobernada democráticamente y con oportunidades y beneficios para todos.
Las respuestas de los sindicatos a los retos planteados por la globalización y la pobreza han tenido como base su tradición y su mandato. Los sindicatos siempre han perseguido un mayor bienestar y la justicia social para todos. Del mismo modo en que revistieron una importancia crucial a la hora de hacer frente a los excesos de la Revolución Industrial y a la devastación de la posguerra, así como en la lucha por la independencia política y las campañas contra los regímenes dictatoriales y el apartheid; hoy día, los sindicatos libran esa misma batalla a fin de defender a los trabajadores y promover la justicia social para todos.
En el presente documento informativo, destinado al coloquio de ACTRAV, se proporciona información sobre el papel de los sindicatos en la economía globalizada y la lucha contra la pobreza. Un mensaje de importancia capital en este documento es que los sindicatos, intrínsecamente, contribuyen a reducir la pobreza. La lucha contra la pobreza y en pos de la justicia social ha sido siempre la piedra angular del mandato y la labor de las organizaciones sindicales.
Cuando se sindican, los trabajadores pobres se convierten en agentes del desarrollo: forman una fuerza colectiva, se defienden sus derechos, se protegen
sus intereses y se les abren nuevas vías al diálogo social con miras a mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. La sindicación, por lo tanto, es un medio para salir de la pobreza, y los sindicatos, un instrumento con que combatirla. Este coloquio servirá de plataforma, a partir de la cual los sindicatos podrán estudiar sus estrategias de cara a los desafíos planteados por la globalización y la pobreza.
Ver Estudio "El papel de los sindicatos en la economía globalizada y la lucha contra la pobreza" completo. PDF 470 Kb
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