Asturias: La Patronal de supermercados da una vuelta de tuerca más a sus plantillas

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Comercio, supermercado y hombre comprando

Asturias: La Patronal de supermercados da una vuelta de tuerca más a sus plantillas

CCOO pide a las direcciones de estas empresas que rectifiquen, que hagan un reconocimiento al sobresfuerzo que llevan haciendo sus plantillas durante los 10 últimos meses y que, durante esta situación de restricción horaria, reorganicen el trabajo para evitar que aumente el riesgo de estrés laboral entre sus plantillas y que, además, aumente la seguridad de clientes, trabajadoras y trabajadores en los pasillos de sus tiendas.

Después de decretarse el cierre comercial a partir de las 20 horas, las grandes empresas del sector de minoristas de alimentación de Asturias (las cadenas de supermercados) comenzaron a anunciar medidas de ajuste, con reducciones de jornadas para parte de sus plantillas.

En una primera impresión, podría parecer que tiene cierta lógica esta posición patronal. De hecho, en la mayoría de los sectores productivos, una medida restrictiva como ésta supone una minoración de la facturación y, por tanto, tiene sentido buscar soluciones para que las pérdidas de ingresos no generen futuras pérdidas de empleos. Los famosos ERTEs, no dejan de ser una fórmula para ello.

Pero si observamos con detenimiento el sector de minoristas de alimentación, debemos decir con firmeza que nada hace pensar que el cierre al público a las 20 horas vaya a suponer una pérdida en su facturación. Si se restringen los horarios de compra, la ciudadanía consumirá menos en sectores como la hostelería u otro tipo de comercio, pero no en la compra del “súper”, porque esta última se hace por necesidad (de ahí que sea un sector esencial). Es más, si se reduce el consumo en hostelería, cabría pensar que pudiera aumentar en los hogares, lo que repercutiría positivamente en la facturación de los supermercados. Evidentemente podemos suponer que algunos clientes cambiarán sus hábitos de compra (horario, frecuencia, etc.), pero nada indica que vayan a comprar menos en este sector.

Así las cosas, con igual o mayor facturación, los ajustes en la jornada de parte de la plantilla no se hacen para evitar pérdidas, sino para aumentar beneficios.

Pero siendo esto lamentable, lo peor y más preocupante en términos laborales, son dos factores derivados de esta situación que, por el riesgo que suponen, debemos denunciar públicamente desde CCOO.

En primer lugar, si la facturación no se reduce (como todo parece indicar), el trabajo que deberán realizar las trabajadoras y trabajadores en las tiendas no será menor. En este contexto, si se reduce la jornada de parte de la plantilla, habrá menos trabajadores y/o menos tiempo para hacer, como mínimo, el mismo trabajo. Es decir, aumentará la carga individual de trabajo y, por tanto, el riesgo de estrés laboral. Y esto supone una vuelta de tuerca más para unas plantillas que llevan tensionadas 10 meses por ser personal esencial en medio de una terrible pandemia.

En segundo lugar, si se mantienen las ventas pero se reduce el horario comercial, debemos pensar que habrá momentos en los que aumente el volumen de afluencia en tienda. Y ello, en pleno crecimiento de la tercera ola pandémica. Así que todo el trabajo que se pueda realizar fuera del horario comercial, para reducir el riesgo de excesiva confluencia de personas (clientes y trabajadoras) en los pasillos de las tiendas, debería realizarse en ese momento.

Por todo ello, desde CCOO decimos que las grandes empresas del sector deberían estar pensando en reorganizar el trabajo para evitar estos riesgos, en lugar de reducir jornadas para aumentar sus beneficios en medio de la tragedia que estamos viviendo.

Las mayores empresas del sector han optado por reducir jornada a parte de su plantilla para afrontar esta situación, dando una vuelta de tuerca más a la presión que están sufriendo las trabajadoras y trabajadores de este sector por la sencilla razón de que su labor es esencial para nuestra sociedad en medio de esta pandemia. No han dudado en utilizar comercialmente la situación en su favor. Si, si, “los héroes del súper” decían en sus campañas. Pero ante esta nueva situación, su primera solución es dar una vuelta de tuerca a “los héroes”.