La técnica es muy sencilla: se imponen una serie de objetivos que son imposibles de cumplir en su totalidad, se presiona con la publicación de listas individuales de consecución de objetivos, se remiten correos continuos demandando qué se va a vender durante el día (semana, etc.), y, la última novedad, se presiona con mensajes a los móviles privados de los Directores a cualquier hora. Hemos de reconocer que imaginación no les falta a la Dirección de PBC, ojalá la usasen para establecer objetivos asumibles y dotar de medios a los trabajadores.

Consideramos inadmisible el uso público de listas de consecución presupuestaria de los diferentes objetivos impuestos a los gestores y a los administrativos de la Red de Oficinas. Es una técnica pueril que en nada ayuda a motivar a los trabajadores en su trabajo diario. Pero, además, creemos que es una técnica que atenta a la dignidad de las personas y es contraria a Ley. Por ellos solicitamos a la Dirección de PBC que deje de usarla y se atenga a la legislación y a la normativa en vigor. En caso contrario, CCOO actuará en consecuencia.

Otro sistema de presión es el envío de múltiples correos electrónicos diarios sobre un mismo tema (hoy sale un nuevo producto, cuánto vas a colocar, cuánto has colocado, qué previsión tienes a media mañana, pásame un informe sobre lo que has hecho, son las doce y no veo tus colocaciones, etc.). Es otra forma de presionar que, si todos los empleados tuviesen que responder, les impediría ejercer su labor comercial. Si los DDRR creen que así conseguirán mejores resultados es que los cursos de coaching recibidos han sido dinero malgastado.

En la pasada reunión del Comité de Empresa Europeo le expusimos este problema al Responsable de PBC Internacional (Sr. Pedro Larena) y, por una vez, estuvimos de acuerdo: ?los gestores deben recibir los correos necesarios para marcar su labor, no para entorpecerla?. Le pedimos al Responsable de PBC Internacional que de las instrucciones necesarias a la Dirección de PBC España para que sus empleados puedan desarrollar su labor de acuerdo con el principio expuesto.

Como decíamos al principio, la imaginación de la Dirección de PBC no tiene límites cuando de se trata de presionar e intimidar a los empleados. La última novedad es el envío de mensajes a los teléfonos móviles particulares de los Directores, a cualquier hora del día. Parece que lo importante es que los empleados se sientan vigilados en cualquier momento. A nuestro entender esto raya la esquizofrenia y la ilegalidad. 

Solicitamos a la Dirección de PBC que sea consecuente con los Principios y Creencias establecidos por la Dirección del Grupo y cejen en estas actitudes que, a todas luces, no sincronizan con el discurso oficial del Banco.