La reforma del sistema financiero de la comunidad
autónoma aún no ha terminado. La fusión de Caja Duero y Caja España y la
integración de Caja de Burgos en el proyecto Banca Cívica cuenta con
las autorizaciones de la Junta de Castilla y León, pero el proceso de
integración de Caja de Ávila y Caja Segovia en el Sistema Integral de
Protección (SIP) liderado por Caja Madrid y Bancaja disgusta a los
responsables del Ejecutivo autonómico. El vicepresidente segundo de la
Junta y Consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, lo recordó
ayer en su intervención en el Foro Económico de EL NORTE DE CASTILLA
seguida por dos centenares de empresarios, políticos y representantes de
entidades de la comunidad autónoma. El vicepresidente reclamó una
declaración de compromiso con el futuro de la autonomía por parte de
estas nuevas agrupaciones financieras dentro de las cuales algunas de
las cajas existentes en la actualidad, apenas tendrán peso decisorio,
indicó en referencia a las de Ávila y Segovia.
Tomás Villanueva protagonizó una nueva edición del Foro
Económico de EL NORTE, evento que tuvo por escenario el hotel Vinci
Frontaura de Valladolid y cuya sala resultó ayer casi insuficiente para
acoger a los numerosos asistentes. El vicepresidente económico resaltó
que aún espera escuchar «cómo van a coordinar los compromisos que asumen
dentro de estos grupos con el compromiso con la financiación de los
proyectos surgidos desde Castilla y León», comentó el responsable de la
Consejería que deberá suscribir la autorización para esta operación y
para la que ha empezado otra entidad, Cajacírculo, para integrarse en el
grupo Banca 3 con la CAI y Caja de Badajoz.
Villanueva considera que el proceso de reorganización del
sistema financiero no ha concluido y mostró su preocupación por la
lentitud con la que se desarrolla a pesar de las demandas para que se
agilice que llegan desde los mercados internacionales y de la
facilidades ofrecidas por la autoridades. «Esta es una primera etapa»,
auguró el consejero, quien considera que la ayuda pública otorgada por
el Fondo de Regulación Ordenada Bancaria (FROB) para la fusión de Caja
Duero y Caja España «es evidente que resuelve problemas, pero hay que
capitalizarla y profesionalizarla», indicó el responsable económico,
quien apuntó que en esa dirección, la de la capitalización y
profesionalización de las entidades de la región se ha dirigido el
esfuerzo, incluida la aplicación de una ley de incompatibilidades de los
políticos para formar parte de estas entidades «muy severa», afirmó.
«Creo que las cajas, todas, están en una situación difícil y me gustaría
que ese fortalecimiento se produjera dentro de la comunidad, con la
expansión hacia otras áreas donde sea oportuna», declaró.
Proceso de reflexión
La Federación de Cajas, formada hasta ahora por Caja
España, Caja Duero, Caja de Burgos, Caja Segovia, Caja de Ávila y
Cajacírculo también deberá someterse a cambios, opinó Villanueva.
«Existe un escenario distinto y en la última reunión, solicité que
comenzara un proceso de reflexión para conformar este instrumento de
apoyo no sólo a la inversión productiva en la comunidad autónoma,
también a la cultura, a la investigación o a las empresas», enumeró el
consejero. Espero pronto una reunión para establecer el diseño y la
coordinación, ahora más necesaria por la nueva estructura, por lo que en
estos momentos puede que cobre más importancia este instrumento sobre
el que existía hasta ahora», dijo a los asistentes al Foro Económico.
Tomás Villanueva entiende que se debe proceder
prácticamente a una refundación de la Federación Regional de Cajas, en
la que además de la fusionada Caja Duero-Caja España, deberán integrarse
entidades que ahora son partícipes de tres grupos financieros
distintos. El responsable económico de la comunidad avisó en este
sentido que espera «escuchar de qué manera se van a coordinar estos
contenidos con el compromiso con esta comunidad de estas nuevas
agrupaciones», apuntó.
Años de retraso
Lamentó Tomás Villanueva que el modelo de integración de
las entidades financieras de la región acordado por el Partido Popular
en el Gobierno en Castilla y León y la oposición del PSOE no fuera
entendido cuando se presentó ante las cajas, hace casi tres años «no se
supo entender entonces», expuso. «En aquel momento apostamos por un
modelo que pretendía evitar la desaparición de las entidades financieras
y al tiempo, mejorar su competitividad, ganar tamaño y facilitar el
crédito», recordó el vicepresidente, quien puntualizó más tarde que lo
que al final han hecho estas entidades, con excepción de la fusionada,
es precisamente lo que entonces se les propuso, pero con dos años de
retraso. «Nuestro proyecto, que entonces sonaba a raro, generaba un
grupo consolidado que hubiera permitido ganar solvencia y equilibrio».
Por este motivo, la participación en agrupaciones con
cajas de fuera de la comunidad fue calificada por Villanueva como «algo
que no es un buen servicio para la región y veremos en su día si lo
autorizamos. Eso sí, siendo exquisitos en la aplicación del Derecho para
la resolución de esta solicitud», matizó.
Competitividad
Castilla y León ha ganado competitividad con relación al
resto de España, incluso durante el proceso de crisis económica por la
que atraviesa el conjunto de las economías occidentales, planteó por
otra parte el vicepresidente segundo. Villanueva analizó la situación de
la economía española y la de Castilla y León ante un público formado
mayoritariamente por empresarios que abarrotaba la sala de esta
convocatoria que cuenta con el patrocinio de la Junta de Castilla y
León, Banco Sabadell Atlántico, Corporación Llorente y Collosa. Recordó
el titular de Economía que Castilla y León ha sido la comunidad, junto
con el País Vasco, que más rápido crecimiento ha mantenido entre los
años 2000 y 2007, lo que ha facilitado su convergencia con Europa y ha
supuesto su salida de las regiones incluidas en el denominado Objetivo
1, aquellas que reciben más porcentaje de subvenciones de la Unión
Europea para colaborar en su acercamiento a las medias comunitarias.
Resaltó además que, pese a la crisis, la comunidad autónoma mantiene una
diferencia de cinco puntos por debajo del desempleo medio en España y
que la balanza de pagos se ha equilibrado al mismo tiempo que la
nacional se ha desequilibrado. Unas características dijo, que mejoran la
competitividad de la autonomía frente al conjunto nacional y que
colocan a Castilla y León en una posición de salida más avanzada para el
momento en el que se produzca la recuperación económica.
Políticas autonómicas
Tomás Villanueva desgranó las políticas desarrolladas
desde el Ejecutivo autonómico para mejorar la competitividad, como los
programas dirigidos a que las empresa regionales ganen tamaño, las
iniciativas que tienen como objetivo colaborar con los empresarios para
facilitar a los negocios el acceso a los mercados exteriores a través de
las ayudas a la internacionalización, de las que se benefician en la
actualidad cerca de 4.200 empresas castellanas y leoneas.
«La administración regional ha sido prudente, consciente
de que los recursos son escasos, por eso hemos renunciado a tener medios
de comunicación públicos, un cuerpo de policía propio o delegaciones en
el extranjero», resaltó el vicepresidente económico del Ejecutivo de
Castilla y León. «Incluso somos de las administraciones más pequeñas en
términos de empleo y a esto, le hemos unidos nuestra permanente posición
de no recurrir a la subida de impuestos y de no acudir a la deuda
pública», concretó Tomás Villanueva.