Durante las últimas semanas estamos viendo cómo desde las Territoriales de Banesto, a través de una persona de confianza, se presiona a determinados trabajadores con el único objetivo de montar listas de su sindicato de cámara de nueva creación, el SEB (Sindicato de Empleados de Banesto) y, en menor medida, del FITC, que parece haber perdido la condición más ventajosa, y están procediendo a su sustitución por un sindicato más afín y más desconocido por los trabajadores. Un sindicato amarillo sólo para Banesto.
Esta ofensiva antisindical se viene desarrollando mediante entrevistas, comidas de amiguetes y llamadas telefónicas, básicamente a directores y directoras de oficina que tienen cierto ascendente sobre el resto de compañeros, para animarles, sugerirles y obligarles, según los casos, a firmar las candidaturas del SEB, incluso mediante amenazas sutiles de estancamiento de su carrera profesional en caso de negarse.
Pretenden así conformar una bisagra sindical que no cuestione las decisiones del banco, que facilite las iniciativas tendentes a restar derechos, que no se enfrente a las agresiones contra los trabajadores.
No es la primera vez y siempre les ha salido mal. Primero con el FITC, a los que en algún momento se les ha reconocido sus méritos al servicio de la empresa, y cuyo desprestigio personal y sindical les imposibilita hacer listas. Ahora con el SEB, donde se dan elementos novedosos a tener en cuenta: todavía no están contaminados informativamente de cara a la plantilla, y juegan con el desconocimiento de muchos compañeros con poca antigüedad en la empresa.
CCOO y UGT queremos dejar muy claro ante los trabajadores que este tipo de sindicalismo es un freno a la verdadera labor sindical y no debe tener cabida entre nosotros. Por ello, os animamos a denunciar las presiones y amenazas y ejercer vuestro derecho de elegir en libertad, sin mediación ni patrocinio de la empresa, dejando bien claro que lo que necesitamos son sindicatos fuertes, libres y al servicio de los trabajadores.
Septiembre 2010