La gestión de la nueva caja se reparte entre seis direcciones generales adjuntas

Entidades, partidos políticos y sindicatos deben ratificar esta tarde el documento que presentarán a los consejos de administración para aprobar la fu

Los consejos de administración de Caja España, Caja Duero y Caja Burgos se reunirán finalmente mañana (un día después de concluir el plazo fijado por el Banco de España) para aprobar el arranque oficial del proceso de fusión que deberá alumbrar una gran entidad en Castilla y León la próxima primavera, si se cumplen los plazos previstos. Después de intensificar en los últimos días las negociaciones para llegar a los consejos con un acuerdo sobre el reparto de sedes y servicios, y sobre el organigrama directivo de la nueva caja, los responsables de las tres cajas parecen haber logrado el difícil equilibrio que ha permitido el consenso.

  Los consejos de administración de Caja España, Caja Duero y Caja Burgos se reunirán finalmente mañana (un día después de concluir el plazo fijado por el Banco de España) para aprobar el arranque oficial del proceso de fusión que deberá alumbrar una gran entidad en Castilla y León la próxima primavera, si se cumplen los plazos previstos. Después de intensificar en los últimos días las negociaciones para llegar a los consejos con un acuerdo sobre el reparto de sedes y servicios, y sobre el organigrama directivo de la nueva caja, los responsables de las tres cajas parecen haber logrado el difícil equilibrio que ha permitido el consenso.

Según el acuerdo ultimado ayer, León tendrá el domicilio social y la sede de la presidencia de la nueva caja; además de acoger los servicios de informática y tecnología. Por su parte Salamanca acogerá la dirección general de la entidad fusionada. Burgos, como estaba previsto, acogerá la sede del grupo de empresas y la mesa de bolsa.

La novedad del acuerdo ultimado ayer se centra en la creación de seis direcciones generales adjuntas, que se repartirán entre las tres provincias para que todas ellas puedan asumir una parte de la administración de la futura entidad (auditoría, financiera, contable,...).

La Obra Social, repartida. En cuanto a la cuestión de la Obra Social, la negociación ha pactado una solución salomónica: habrá unas directrices generales, pero cada territorio mantendrá la gestión de sus fondos destinados a estos fines. El reparto del presupuesto para la Obra Social entre las tres partes se realizará de forma proporcional al peso de cada caja actual, según los datos con los que se cierre el próximo ejercicio.

Este acuerdo deberá ser aprobado esta tarde, en la reunión que mantendrán en Valladolid los representantes de las tres cajas de ahorro implicadas en el proceso, los del PP, el PSOE, la Junta y los sindicatos. Al encuentro se llevará un documento que ultima la consultora, que deberá ser ratificado por todas las partes.

Este compromiso permitirá convocar finalmente los consejos de administración, que según lo previsto ratificarán el inicio oficial del proceso de fusión. Los consejos se celebrarán a la vez en las tres entidades financieras, y pueden convocarse con carácter de urgencia incluso en el mismo día.

maría jesús muñiz | león
Diario de León

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