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Intervención de CCOO en la Asamblea

CC.OO. vota en contra de la gestión en la Asamblea General de Caixa Galicia


La presión a la plantilla, la falta de diálogo social para afrontar los cambios de negocio y la incoherencia a la hora de aplicar los criterios de Responsabilidad Social, justifican la censura de los representantes laborales de CC.OO. a las cuentas anuales.


El pasado sábado CC.OO. intervino ante la Asamblea General de Caixa Galicia para explicar su voto en contra de la gestión. La presión a la plantilla, la falta de diálogo social para afrontar los cambios de negocio y la incoherencia a la hora de aplicar los criterios de Responsabilidad Social internos y externos que la empresa ha venido propagando, justifican la censura de los representantes laborales de CC.OO. a las cuentas anuales.

(Intervención completa)

El reconocimiento de los logros de la estrategia comercial seguida los últimos ejercicios (volumen de negocio y margen de explotación) no debe ocultar las incertidumbres y riesgos que la misma ha originado:

  1. 1.En primer lugar, sobre la calidad del riesgo de crédito:
    El riesgo dudoso ha crecido en 2006 el 126%
    La dotación específica para la cobertura del riesgo de crédito ha aumentado el 190%
    La evolución de la tasa de morosidad y la tasa de cobertura es muy negativa, si bien presentan valores mejores que la media del sector financiero.
  2. En segundo lugar, sobre la liquidez.
    La Caja ha tenido que recurrir de forma intensiva a los mercados mayoristas de deuda, lo que eleva el coste de la financiación y complica la gestión del riesgo de liquidez, tal como indica el último informe de estabilidad financiera del Banco de España.
  3. En tercer lugar, sobre la solvencia.
    Nuestro ratio de capital se ha reducido desde el 13,6 % al 9,5 % en sólo dos ejercicios. Durante 2006 la reducción ha sido de 2,5 puntos porcentuales y nos sitúa a sólo 1,5 puntos del mínimo legal.
  4. Finalmente, sobre la rentabilidad.
    El aumento del neto de intereses y comisiones cobrados y pagados es absorbido por el incremento de gastos de explotación y de la dotación para cubrir el riesgo de insolvencia.
Todas estas circunstancias se reflejan en la evaluación de las agencias de calificación. Moody's, por aplicación de su nueva metodología, ha rebajado el ratio de fortaleza financiera por segunda vez en quince meses. Sólo la consideración del respaldo del sistema institucional que, en caso de necesidad recibiría la Caja, nos ha permitido mantener la calificación que recibimos desde 1998.

Esta política comercial ha tenido también graves repercusiones sobre la plantilla.

Se han superado los límites de la necesaria implicación para caer en una presión y un hostigamiento inaceptables. El resultado es desmotivación ante el trabajo, no identificación con la Entidad y, cada vez con más frecuencia, ansiedad y estrés entre otros síntomas graves en la salud laboral de los trabajadores de la Caja.

Esta situación ha sido denunciada ante la Dirección en diversas ocasiones, sin que, en ningún caso, haya recibido la más mínima consideración por su parte.

Hemos detectado una tendencia muy pronunciada, entre los trabajadores de Caixa Galicia,  a marcharse de la Entidad y  una resistencia creciente a incorporarse a la misma desde otras entidades.

No existe un auténtico diálogo social que permita abordar conjuntamente los retos a los que nos enfrentamos.

La Sección Sindical de Comisiones Obreras ha presentado un conjunto de medidas a la Dirección que abarca desde la incorporación  de nuevo personal hasta la salida al final de la vida laboral, con el objetivo decidido de conformar una Entidad moderna, modelo de las mejoras prácticas empresariales.

Como respuesta nos encontramos con métodos de contratación arcaicos  en los que se antepone la recomendación de un valedor a los valores corporativos recogidos en el Informe de Responsabilidad Social de 2005, y sistemas de promoción de los empleados que no responden a los “criterios objetivos de productividad, responsabilidad, cualificación y valía profesional” que también marca el Informe de Responsabilidad Social, sino a criterios subjetivos e injustos de la jefatura.

Estas formas de contratar y promocionar fomentan la insolidaridad y el individualismo a ultranza como formas de hacer carrera entre los trabajadores de nuevo ingreso, y la marginación profesional de quienes alcanzan la mayoría de edad (alrededor de los 50 años) y que no asumen la imposición de continuos trágalas. Todo esto en franca contradicción con los valores corporativos de la Caja que definen el trabajo en equipo como indispensable.

La actual estrategia de la Dirección General y sus direcciones comerciales, que utiliza a los trabajadores de la Entidad como herramientas de “usar y tirar”, está llevando a una rotación excesiva en los puestos de responsabilidad de las oficinas de la Red Comercial. Como ejemplo, la Territorial Centro (la mayor por número de oficinas y extensión geográfica) ha experimentado durante los últimos dieciocho meses una rotación del 45% en la dirección de oficinas, en muchos casos por la salida de sus titulares a otras entidades financieras.

El modelo de banca relacional que se ha implantado, impide fidelizar a los clientes:
  • La presión por cubrir los objetivos de las campañas (hasta 27 han coincidido en algún momento) alejan el esfuerzo de la atención a las necesidades de los clientes.
  • El recurso a los prescriptores nos aleja de los clientes a los que, en ocasiones, no conocemos.
  • La implantación de múltiples canales descoordinados y, en ocasiones en competencia, confunde a los clientes que reciben distintos mensajes de la Caja.
La Sección Sindical de Comisiones Obreras también ha hecho llegar a la Dirección un conjunto de propuestas para mejorar el Gobierno Corporativo  que tampoco han merecido ninguna respuesta.

 Como ejemplo, mientras que el salario medio de los empleados de la Caja ha aumentado en 2006 el 2,95%, la retribución media de la alta dirección lo ha hecho el 26%, considerando también las prestaciones post-empleo, el incremento de la alta dirección alcanza el 35%. La Comisión de

Retribuciones del Consejo es la responsable de las retribuciones e incentivos al personal directivo de la Caja y quien prepara esta información incorporada al Informe Anual de Gobierno Corporativo y a la Memoria.

Este ejercicio, la Asamblea General tampoco definirá las líneas generales del plan anual (tal como establecen los Estatutos). Este año los consejeros del grupo de Entidades (a los que les corresponde el 25% de los miembros de los Órganos de Gobierno) ocupan el 43% de los puestos de la Comisión Delegada, el 100% de los de la Comisión de Retribuciones y el 66% de los de la Comisión de Inversiones. La Caja sigue representada en el consejo de administración de Unión FENOSA por dos personas que no forman parte de su Dirección ni de sus Órganos de Gobierno.

En resumen y para terminar,  anuncio nuestro voto negativo a una gestión y una estrategia empresarial que sólo ve el brillo de las luces y no asume las sombras y, lo que es peor, no se hace cargo de los compromisos recogidos en el informe de Responsabilidad Social Corporativa, hacia dentro (fomentando la desregulación y contaminando el clima laboral) y hacia fuera (haciéndose eco, por ejemplo, de las peores prácticas bancarias abusivas con los inmigrantes).

Muchas gracias.