A la determinación del banco de desprenderse de 152 compañeros y compañeras, hay que añadir el escaso interés que ha demostrado por aportar tranquilidad y despejar incertidumbres a todas las personas afectadas, ante el nuevo futuro al que se les fuerza a enfrentarse. Durante meses, BBVA ha negado a la Representación de los Trabajadores los rumores, desgraciadamente confirmados, una prueba más de su falta de transparencia y comunicación.
Una empresa que ha venido transmitiendo permanentemente la idea de contar con un gran equipo -como uno de los valores inherentes a BBVA-, ha revelado que toda la plantilla puede ser objeto de intercambio. Nunca se ha definido mejor la categoría que la empresa concede a su plantilla: un recurso más y con opción de venta.
CCOO, CGT y UGT manifiestan su total y absoluto rechazo a las externalizaciones en BBVA y a la política llevada a cabo por la empresa de ?hechos consumados? sin contar con los trabajadores afectados y sus representantes sindicales, que temen puede ser el inicio de una larga cadena de actuaciones similares.