La operación de adquisición del 100% de Tecnocom por parte de Indra, anunciada a finales de noviembre, sigue su ruta prevista. Las juntas de accionistas de ambas empresas, celebradas el pasado 20 y 22 de febrero, ya han aprobado la operación y el pasado 13 de marzo la CNMV ha aceptado  los términos de esta OPA.

            La suma de ambas cotizadas generará la mayor empresa del sector TIC en nuestro país con una plantilla que superará los 25.000 profesionales solo en España y más de 45.000 a nivel mundial.

Tenemos que recordar que en las dos juntas de accionistas, los máximos ejecutivos han manifestado reiteradamente que la justificación industrial tenía todo que ver con el talento y conocimiento especializado de las dos plantillas.

            Pese a ello y aunque ambas empresas han expresado que la complementariedad de sus actividades es elevada, la preocupación de CCOO en todo este proceso pasa, como no puede ser de otra manera, por el futuro laboral de ambas plantillas ante las eventuales duplicidades que se pudieran presentar.

            No hay que olvidar que Indra finalizó, en diciembre de 2016, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha durado casi año y medio y que ha afectado a más de 1500 profesionales. Tecnocom, por su parte, llevó a cabo un ERE en 2014 que afecto a unas 200 personas. Además, lleva acometiendo despidos, sin superar el umbral de los despidos colectivos, de manera constante, a razón de 100 personas al año.

            Por tanto, CCOO entiende que ambas empresas ya han realizado TODOS los ajustes de empleo que necesitaban, y por ello en este nuevo proyecto deben caber TODAS las personas. Así, CCOO va a pedir a Indra, al más alto nivel, que mantenga su política de respeto a los derechos adquiridos sobre las condiciones de trabajo de los empleados que incorpore a su plantilla y que, por encima de todo, sea exquisita con el trato a cada una de las personas que pudieran ver en riesgo su futuro laboral en este proceso.

            Además, Indra es una empresa con una alta implicación por parte del estado (SEPI)  y por ello, si es necesario, el sindicato apelará también a su responsabilidad en este proceso, para que apoye soluciones de empleabilidad antes que soluciones traumáticas.

            Si quieren que las personas crean en este proyecto y se motiven con él, no hay mejor comienzo que demostrar que se es capaz de buscar soluciones para TODOS y TODAS, convenciendo con ello de que se entra en una nueva etapa donde empresa y trabajador se dan la mano para conseguir sus metas, con respeto y reconocimiento mutuos.