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HACIENDA NO LO SABE TODO
El mejor sistema informático estatal sobre ciudadanos sufre omisiones importantes - Y los errores suelen favorecer al erario público - Más vale revisar el borrador de la renta
Hacienda no lo sabe todo
El mejor sistema informático estatal sobre ciudadanos sufre omisiones importantes - Y los errores suelen favorecer al erario público - Más vale revisar el borrador de la renta
18-06-2008 -
Hacienda sigue de cerca buena parte de nuestros movimientos vitales. Conoce la empresa para la que trabajamos y cuánto nos paga, sabe si estamos casados o tenemos hijos, tiene acceso a nuestras cuentas y a la hipoteca que llevamos años pagando. Pero el retrato que traza no siempre es preciso. Los borradores que remite al contribuyente en esta campaña de la renta contienen importantes omisiones, que a menudo perjudican al receptor.
La Agencia Tributaria pasa por ser la más completa base de datos sobre cualquier ciudadano, frente al desbarajuste de otras administraciones como la judicial, que ha quedado dramáticamente al descubierto en un caso tan grave como el asesinato de la niña Mari Luz por un pederasta que había sido varias veces condenado. Pero ¿puede fiarse el ciudadano de lo que Hacienda calcula que debe pagar? Los expertos tienen claro que es obligado chequear cuidadosamente el borrador. Nada menos que un 30% de los que lo reciben hacen rectificaciones. Y las diferencias pueden ser muy importantes si la omisión es una inversión en vivienda, un hijo o la cuota sindical, algunas de las más comunes.
Los técnicos de Hacienda han arremetido contra el borrador de declaración, al considerar que omite 2,5 millones de datos fiscales, a menudo en contra del contribuyente. El ministerio argumenta que siempre hay que revisarlo y que su información no es infinita. Pero no siempre advierte al ciudadano de los datos que le faltan. La Agencia Tributaria carece de algunos datos que en ocasiones alivian su factura fiscal.
"Sabemos que la Agencia Tributaria no lo hace de mala fe, pero debería informar al contribuyente de esas omisiones", concede José María Mollinedo, secretario general de Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda que dio la voz de alarma. Luis del Amo, gerente del Registro de Economistas Asesores Fiscales, mayoritario en este colectivo, opone: "Hay muchos borradores con pequeñas omisiones, pero a esta herramienta, que es muy útil, no le puedes pedir lo que no te da".
Hacienda espera conseguir seis millones de declarantes por borrador este año. Esa cantidad representa un tercio de los 18 millones de contribuyentes. Y el ciudadano -tiene hasta fin de mes- debe prestar atención a los fallos más comunes. Gestha ha detectado hasta 33 circunstancias que la Agencia Tributaria puede omitir en la información que envía al contribuyente. La inmensa mayoría, según la Agencia, corresponden a cambios en el estado civil, nacimiento de un hijo o compra de vivienda. Hay otros muchos casos, como las aportaciones a las cuentas vivienda, las cuotas sindicales o a partidos políticos, las deducciones autonómicas o la referencia catastral de la vivienda habitual, que el contribuyente está obligado a consignar. La Agencia Tributaria resta dramatismo a esas omisiones y alega que en ocasiones es más trabajoso -o delicado- solicitar esa información a los bancos, sindicatos o partidos que dejarla en manos del ciudadano.
Una vecina de Madrid, que prefiere mantener el anonimato, aportó 9.015 euros a una cuenta vivienda sin que Hacienda lo reflejara en el borrador: han sido mil euros de diferencia a su favor. Otro contribuyente donó 180 euros a una ONG que no figuraban en la declaración. Con el beneficio fiscal previsto, el 25% de las cantidades aportadas, a ese ciudadano le corresponden 45 euros que Hacienda no tuvo en cuenta. "Doné más cantidades a otras ONG y esas sí figuraban", se extraña este peluquero. Buena parte de las omisiones obedece también a la referencia catastral, sin consecuencias económicas para el contribuyente. Y el más llamativo: todos los que no han visto registrado su hijo nacido en 2007.
De todos los borradores presentados, el porcentaje de rectificaciones se sitúa en el 30%, similar al de otros años. En un 20% de los enviados, ya se advierte al ciudadano de que tiene que rectificarlo porque falta algún dato. En todo caso, este organismo insiste en que el borrador no debe considerarse un axioma; el contribuyente siempre tiene la obligación de comprobar que todo está correcto. "Recibimos 400 millones de datos de empresas, bancos, gestoras de fondos. Si se nos escapa alguno...", ironiza Jesús Gascón, director de Gestión Tributaria de la Agencia.
En algunos casos, la Agencia dispone del dato, pero lo omite deliberadamente para evitar problemas. Ocurre con el nacimiento de hijos. Hacienda dispone de esa información actualizada, especialmente desde que se abonan los 2.500 euros a la madre, pero rehúsa atribuir la deducción correspondiente. Esa cantidad se distribuye casi siempre a partes iguales entre el padre y la madre, pero cabe la posibilidad de que la deducción se la aplique uno solo. "¿Cómo lo hacemos? Yo prefiero no presumirlo. Que sea el contribuyente el que nos lo comunique y diga cómo quiere que se compute", alega Gascón.
En otros casos, Hacienda no dispone de la información y prefiere no pedirla. Así ocurre con las cuotas sindicales o de partidos políticos, que se benefician de una deducción. Para incluir esos datos en el borrador, la Agencia tendría que pedir a cada organización un listado de sus afiliados con las cantidades que les abonan. Ese departamento tiene todo el respaldo legal para solicitar cuanta información precise, pero en esos casos prefiere no hacerlo para no levantar suspicacias en las organizaciones. También hay lagunas de información con ciertas ONG, que no facilitan las aportaciones realizadas por los contribuyentes y que están premiadas fiscalmente.
Entre los fallos que más perjudican al contribuyente figuran los relativos a la vivienda. La Agencia argumenta que estos gastos no son fijos y, por tanto, no dispone de esa información. Luis del Amo quita hierro a ese fallo. El primer año de adquisición de la casa, subraya, "lo normal es que ya se superen los 9.015 euros máximos de aportación máxima para la deducción", por lo que los de notaría ya no generan ese derecho.
Más gravoso es ignorar las aportaciones que el contribuyente ha hecho a una cuenta vivienda. Hacienda no contabiliza esas cantidades con el argumento de que la normativa sobre este producto permite considerar cuenta vivienda cualquiera, sin necesidad de darle ese nombre, por lo que no se puede presumir que el dinero destinado a una determinada cuenta sea para adquirir un piso.
Los ciudadanos que reciban el borrador tampoco verán reflejado en ese documento los cambios en su situación civil: si se han casado, divorciado o si ha fallecido algún familiar directo durante el año fiscal anterior. Todas estas circunstancias modifican el modo de tributación, pero las deficiencias en los registros civiles provocan, según Hacienda, muchos retrasos en esa información.
No siempre los olvidos tienen repercusión económica. "La mitad de los borradores que se mandan a rectificar tienen otros motivos", asegura el director de Gestión Tributaria.
El borrador, pese a todo, se ha convertido en la herramienta más útil del sistema tributario, desconocida en el resto de Europa. Algunos países, como Francia, han optado por imitar el modelo español.
En lo que va de campaña se han enviado 14 millones de borradores, de los que cinco ya han sido confirmados o rectificados. La Agencia espera contar con algo más de seis millones cuando culmine el plazo. Con ser una cantidad elevada, el porcentaje es minoritario respecto de los borradores enviados. ¿Qué ocurre con los ocho millones restantes? En muchos casos el contribuyente recela de esta herramienta, o desconoce su finalidad, y la utiliza como mera suma de datos que luego traslada a una declaración ordinaria. "Hay millones de personas que cogen el borrador y lo vuelcan en el programa ordinario", se lamenta Jesús Gascón, de la Agencia Tributaria.
José María Mollinedo, de Gestha, discrepa. Cree que Hacienda "se ha excedido este año en el número de borradores enviados" para defender el éxito de esta modalidad. Mollinedo pide que incluyan al menos una hoja en la que se informe al contribuyente de los casos más comunes de omisión.
Los inspectores lo ven de otro modo. La Organización de Inspectores de Hacienda del Estado, que aglutina a la mayoría de estos profesionales, cree que no hay novedades respecto a otros años y que el borrador "no puede tener en cuenta todas las circunstancias", según José María Peláez, portavoz de la organización. Este inspector considera que el borrador ha sido un gran avance para el contribuyente y que desde el punto de vista del fraude fiscal tiene un efecto neutro.
La Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) asegura tener conocimiento de que hay algunos borradores erróneos, pero no puede cuantificarlos. "Tampoco nos han llegado casos destacables", asegura una portavoz de este colectivo.
No todo está perdido si el contribuyente detecta después de haber presentado la declaración que ha omitido algún dato beneficioso para él. Cuando se ha equivocado en su contra, puede presentar una impugnación de la declaración hasta en los cuatro años siguientes al ejercicio fiscal al que corresponde la declaración. La impugnación se puede tramitar por Internet, con certificado digital, o en persona en las oficinas de la Agencia Tributaria. "El número de impugnaciones", recalca Hacienda, "ha disminuido desde que existe el borrador".
Las omisiones más frecuentes
- Cambios en el estado civil. El borrador no incluirá las separaciones, defunciones o los matrimonios que se hayan producido durante el ejercicio fiscal 2007. - Nacimiento de hijos. El contribuyente deberá comunicar a Hacienda si quiere que aplique la deducción a partes iguales al padre y a la madre o prefiere distribuirla de otra manera. Si el hijo nació antes de 2007, Hacienda se regirá por el modelo de la declaración anterior. - Aportaciones a cuentas vivienda. Hacienda no cuantifica esas cantidades en el borrador, por lo que habrá que indicar qué cantidad tiene derecho a la deducción del 15%. - Compra de piso. Entre las cantidades con derecho a beneficio fiscal la Agencia Tributaria no incluirá los gastos de notaría, gestión ni las comisiones. - Cuotas sindicales. Hacienda no dispone de la información sobre cuotas sindicales, premiadas fiscalmente. Tampoco figuran las donaciones realizadas a ciertas ONG. - Deducciones autonómicas. Las comunidades no informan a Hacienda de los beneficios fiscales a los que tienen derecho sus residentes.
LUCÍA ABELLÁN
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