CCOO, tal y como ha venido haciendo desde su aprobación, insta a los partidos políticos con presencia en esta Asamblea a que realicen los trámites parlamentarios necesarios con el fin de derogar la Ley de Liberalización de Horarios Comerciales en la Comunidad de Madrid.

Tres años después de que el Gobierno regional liberalizara los horarios comerciales en la Comunidad de Madrid, el balance no puede ser más negativo. No se ha generado empleo, se ha precarizado aún más el existente, imposibilita la conciliación de la vida laboral y familiar, perjudica al pequeño comercio, favorece la contaminación ambiental. No beneficia a nadie, ni siquiera a las grandes empresas que la utilizan, conociendo incluso con su falta de eficacia.

Además, es muy importante tener en cuenta que el pasado 17 de octubre de 2013,  la Comisión de Empleo del Parlamento Europeo votó no a la obligatoriedad de trabajo en domingos, por un mayor rigor en la regulación de las horas de apertura de los comercios, y por salarios que permitan una vida digna las personas que trabajan en el sector. Por estas razones  el Comité de Empleo y Asuntos Sociales insta a los Estados miembros  para que adapten sus políticas relativas a los horarios comerciales y el trabajo en domingos y festivos, que en su opinión deberían ser voluntarios, con una remuneración adecuada, y con períodos de descanso adecuados.

En el ámbito de la Comunidad de Madrid, desde el sindicato solicitan que los domingos y festivos de apertura en esta comunidad se adecuen al mínimo de la Ley 1/2004, de 21 de diciembre, de Horarios Comerciales, vigente en todo el Estado

CCOO exige un modelo comercial que garantice un empleo de calidad consolidando el empleo estable y mejorando las condiciones laborales y de salud de los trabajadores/as del sector comercial.

Por último, como ha venido demandando, el sindicato reclama que se dote al sector de un plan de empleo y consolidación, donde participen todos los agentes sociales, sindicales y empresariales que operan en el sector y se garantice el desarrollo de un comercio diverso y plural que ofrezca un servicio adecuado a las necesidades de la ciudadanía, un desarrollo empresarial a todos los niveles y empleo de calidad y estable, sin que se produzca competencia desleal, y puedan coexistir comercial y económicamente sectores dispares en tamaño y ofertas a los ciudadanos.