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El 38 por ciento de los trabajadores madrileños corren el riesgo de padecer sordera profesional
SALUD LABORAL
CC.OO. de Madrid ha organizado en la mañana de ayer, miércoles, una Jornada sobre prevención y control de la exposición al ruido en el trabajo.
En ella se ha hablado del ruido como uno de
los factores de riesgo más comunes en el ámbito laboral, aunque también uno de
los más ocultos, dado que se acepta como un mal necesario, sobre todo, en la
industria.
En las más de 800 visitas realizadas por CC.OO. (845) a empresas en lo que va de
año en el marco del Plan Director de Prevención de Riesgos Laborales, el 38% de
los empleados han manifestado estar expuestos a ruidos, el 13,9 aseguran que hay
ruidos pero están controlados, es decir tienen protección y en el 47% declaran
no haber ruidos.
Sin embargo y a pesar de que estos datos muestran una realidad preocupante,
según el sindicato, el reconocimiento oficial es prácticamente nulo. Así, el
número de hipoacusias o sorderas profesionales reconocidas como Enfermedad
Profesional en la Comunidad de Madrid en el año 2004 es de 43.
Efectos del ruido en el trabajo
Según la médica del trabajo de CC.OO. Madrid, Carmen Mancheño, la pérdida de la
capacidad auditiva o hipoacusia es el efecto perjudicial del ruido más conocido,
pero no el único. Otros efectos nocivos son el daño psicosocial, la alteración
del rendimiento laboral, la fatiga, el estrés, la hipertensión arterial, el
insomnio, vértigos, alteración del ritmo respiratorio, disfonías e incluso
nódulos por la necesidad de hablar alto o gritar y en las mujeres, incluso
riesgos en el embarazo y el feto.
Según Mancheño, se han descrito aumentos de hasta un 20-30% de incremento de
sufrir ataques al corazón en personas sometidas a más de 65 decibelios en
periodo diurno.
El límite para evitar la hipoacusia es de 80 decibelios para una exposición de
40 horas semanales, a un ruido constante. Los sonidos más perjudiciales son los
de frecuencias altas, superiores a 1000. La mayor parte de los ruidos
industriales se componen de ondas acústicas con estas frecuencias.
Según CC.OO., los equipos de protección individual como los tapones o los
auriculares suelen ser insuficientes y pueden provocar riesgos al disminuir la
audición y, por tanto, las medidas de protección deben actuar sobre el foco
emisor para reducir la exposición al ruido (apantallamiento, insonorización o
cualquier medida técnica que reduzca la exposición al ruido).
CCOO de Madrid
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