Esta es una lacra laboral cada vez más extendida, consecuencia directa de la situación global de crisis que sufrimos y de las políticas comerciales agresivas que han deteriorado la imagen de la banca, confundiendo a la opinión pública en la búsqueda de los responsables. De nuevo tenemos que decirlo: “no somos los banqueros, somos bancarios y bancarias”.

 

Como ya hemos denunciado en otras ocasiones, de un tiempo a esta parte se están incrementando de manera alarmante los episodios de violencia hacia los empleados de bancos y cajas de ahorros, como consecuencia de la actual situación de crisis que tiene, no lo olvidemos, al sector financiero en el ojo del huracán.

Banesto, así como el resto de entidades, no es ajeno a esta problemática,  ya que buena parte de las causas de las reacciones violentas las podemos encontrar en el cobro de comisiones, liquidaciones de gastos, etc., etc., que los clientes consideran en muchas ocasiones abusivas o desproporcionadas, dando  lugar a amenazas y a agresiones físicas contra las personas que les atienden.

CCOO ha solicitado a Banesto en infinidad de ocasiones la aplicación de un protocolo de Prevención y Actuaciones frente a la violencia externa, y no vamos a cejar en nuestro empeño hasta que se implanten medidas de protección y prevención contra un riesgo que puede llegar a tener fatales consecuencias. Es absolutamente necesario que Banesto afronte este problema con seriedad y responsabilidad. Queremos que el banco ampare a sus empleados y empleadas ante situaciones de este tipo ofreciendo todo su apoyo y asesoramiento, así como poniendo a disposición sus servicios jurídicos  e incluso presentándose como acusación particular en los posibles juicios que se deriven.

En los Hospitales y Centros Médicos hay expuestos carteles en los que se puede leer que el Colegio de Médicos se personará como parte en la acusación ante cualquier agresión al personal sanitario del centro. Es un paso necesario que debe ir acompañado de otras medidas que garantice la seguridad de todos.                                                                              

Somos bancarios y bancarias, no los banqueros.

¡Basta ya de agresiones!

 

20 de abril 2012