Las organizaciones sindicales entienden que ha imperado el sentido común y consideran que es una 'pequeña victoria' ante el empeño de las grandes empresas de distribución en la liberalización de los horarios comerciales.

Frente al desconcierto creado inicialmente entre las plantillas del sector, la noticia ha sido bien acogida ya que suponía modificarles los horarios, eliminar planes que ya tenían hechos, y un perjuicio gravísimo para su conciliación en una fecha tan señalada, además de que se empieza el año con días no laborables, lo cual en comercio es algo casi ?impensable?.

Los sindicatos critican que trabajar en estos días y horarios supone un valor añadido que no está reconocido ni económica, ni socialmente. Hay trabajadores y trabajadoras que no tienen casi ningún fin de semana libre al año y cobran menos de novecientos euros al mes.