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La solución es la negociación: vence el convenio de bbk.
Llevábamos
tiempo advirtiéndolo y ayer, 8 de julio, se cumplió uno de nuestros mayores
temores. Hemos utilizado palabras, a veces poco comprendidas por la plantilla,
para hablar de esta fecha y cómo afectaba al convenio de bbk: ultraactividad,
inaplicación, decaimiento
Hoy podemos hablar en plata: ese convenio desaparece
como norma que regula las condiciones laborales para la plantilla que estaba
sujeta a él. La irresponsabilidad de quienes no quisieron renovarlo en su momento
nos ha llevada a este punto.
Es
cierto que su desaparición abre un periodo de incógnitas legales y jurídicas
sobre qué pasa con las condiciones laborales: ¿se convierten en derechos
individuales? ¿Puede la empresa aplicar directamente el sectorial de banca?
Desde
CCOO hemos recordado a la entidad que el acuerdo laboral nos emplazaba a las
partes a negociar un nuevo convenio de empresa antes de 31 de diciembre de
2013, por lo que entendemos que, como mínimo hasta esa fecha, se debía seguir
aplicando el ahora decaído. Y a este compromiso, creemos, da respuesta el
comunicado que nos ha entregado Kutxabank, que adjuntamos a esta nota, en el
que prorroga su aplicación hasta final de año.
Sin
embargo, la empresa comunica igualmente que considera que el periodo de
negociación se agota en esa fecha, y que el año que viene aplicará las medidas
legales vigentes para adaptar las condiciones laborales. No anuncian la no
aplicación del convenio para la plantilla de bbk, sino la utilización de
medidas para el conjunto de la plantilla, incluyendo a la de Kutxa y Vital, que
en esa fecha todavía tendrán en aplicación los suyos.
Así
pues, cara y cruz. Si por un lado el anuncio de prorrogar el convenio de bbk
hasta fin de año es una buena noticia, la intención que declaran de aplicar
medidas unilaterales apunta a una situación peligrosa que no podemos ignorar. La
voluntad de CCOO es negociar hasta alcanzar un convenio colectivo para el
conjunto de la plantilla, pues creemos que la negociación y el acuerdo son más
interesantes para la empresa y para la plantilla que la situación de conflicto
que se puede derivar de la adopción de medidas unilaterales por su parte.
Por
nuestra parte seguiremos negociando hasta el 31 de diciembre de este año y, si
en esa fecha no se hubiera alcanzado un acuerdo, seguiremos creyendo que la
mejor opción sigue siendo la negociación. Ahora bien, si hay que hacer frente a
otra situación se hará. La plantilla es la primera interesada en un convenio
que no comprometa la sostenibilidad, el futuro de la empresa ni su empleo. La
cuestión es encontrar ese punto de equilibrio que, seguro, existe.
9 de julio de
2013
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