Cerrar el círculo.

Este artículo se publicó originalmente en bankia (Seccion Sindical Bankia) ,

Bien es sabida la oposición que desde CC.OO.-Bankia venimos formulando al hecho de la denegación de bajas voluntarias en la ejecución del ERE, que ha sido masiva en provincias como Madrid (376 compañeros y un 49,87% sobre las solicitadas), Valencia (208 compañeros y un 49,88% sobre las solicitadas) y Castellón (48 compañeros y un 36,92% sobre las solicitadas).

Y es también conocida nuestra insistencia desde el primer instante para que el proceso se revise y se reconsideren esas bajas denegadas. Fruto de ello, la empresa ha ido cambiando de rumbo. El pasado 8 de mayo de 2013 entró en razón y en la Comisión de Seguimiento dijo, como ya informamos en circular conjunta, que en los territorios donde se va dando por cerrada la reestructuración no se producirían más despidos forzosos si bien, a efectos de las denegaciones a las solicitudes de adhesión, éstas se consideraban sujetas a revisión hasta el final del proceso.

La efectiva revisión hasta ahora de una quincena escasa de casos es manifiestamente insuficiente. Tal y como dijimos en la Comisión de Seguimiento de 20 de mayo de 2013, junto a las movilidades geográficas, que ya se están poniendo en marcha, es el momento de reconsiderar en número suficiente las bajas incentivadas denegadas hasta la fecha, máxime cuando ha empezado la reestructuración en el grueso de Servicios Centrales y a la vuelta del verano ésta continuará y coincidirá en tiempo con la que se va a acometer en territorios tan importantes como Canarias, Cataluña y Andalucía.

Estamos en un momento muy importante del proceso donde la revisión de las denegaciones, junto con el uso de las medidas de movilidad que prevé el acuerdo, abren además la oportunidad de que puedan volver o acercarse a sus territorios de origen compañeros y compañeras que fueron trasladados, fundamentalmente a País Valencià, hace un par de años, como consecuencia del anterior proceso de reestructuración. Trabajadores y trabajadoras de sueldos mayoritariamente bajos a los que además, a la vuelta del verano, se les acaba la ayuda de vivienda que preveía el acuerdo de diciembre de 2010.

Es imprescindible la correcta gestión de todos estos aspectos porque, en la medida en que permite generar los huecos en los lugares adecuados, no sólo, con ser de lejos lo más importante, se minimiza el carácter traumático de la reestructuración para muchas personas a las que les resulta imposible trasladarse de residencia, sino que, por lo mismo, evitaría esa innecesaria pérdida de talento en la que tanto nos jugamos todos y todas, y que tanto parece preocupar a la empresa en teoría y tan poco en la práctica.

Es, pues, el momento de empezar a cerrar el círculo, porque las decisiones que ahora se tomen pueden ser trascendentales para muchos compañeros de cara a su futuro profesional.

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