Cajas Rurales: el tiempo se va agotando

La reforma del sector financiero español lleva varias velocidades. Las cajas de ahorro comienzan una segunda oleada de fusiones que va despejando, todavía más el panorama y que promovida desde el Banco de España, va a dejar un escaso úmero de Cajas de Ahorro en nuestro paísms.

Entretanto, el panorama en el sector de las cooperativas de crédito es notoriamente distinto. Por un lado, el Grupo Cooperativo Cajamar avanza con la adhesión de unas pocas entidades (vía absorción o incorporación al Grupo manteniendo su personalidad jurídica), por otro el resto de las Cajas Rurales (integradas en la Asociación Española de Cajas Rurales) que configuran dos grupos diferenciados: el SIP de Garrigues con unas 19 Cajas comandadas por las más importantes del sector (RuralCaja, Navarra, Sur, Granada, etc.) y el SIP de AFI compuesto por una pléyade de Cajas comarcales y locales a las que se han unido las de Canarias, Almendralejo, Caja Rural Vasca y Segovia.

Dentro del SIP de Garrigues (el más importante por activos, con gran diferencia), La Caja Rural del Sur se está fusionando, mediante un SIP reforzado (es decir, con una integración máxima), con la de Extremadura.

RuralCaja integra en su Grupo Cooperativo CRM, del que es cabecera, a 14 Cajas Rurales Valencianas y las de Cuenca, Albacete y Ciudad Real están en un proceso avanzado de fusión en una nueva Caja Rural de Castilla La Mancha.

Por si fuera poco este galimatías, el SIP de Garrigues, recientemente presentado al Banco de España, no satisface a algunos de sus componentes, dado el escaso nivel de integración. Dicho SIP es calificado por ellos mismos como un mero pacto de colaboración, muy lejos de los objetivos fijados por el Banco de España al inicio de la reforma del sector financiero.

De hecho la Caja Rural de Asturias se ha desvinculado del proyecto por insuficientea y encabezaría la propuesta de una mayor integración, en la línea de lo demandado por el supervisor. Asturias plantea la vuelta a la propuesta inicial de Garrigues (que habría sido ́descafeinadaa) esto es, la constitución de una entidad con un gobierno único y una dirección única, aspecto éste que no comparten la mayoría de las Cajas Rurales, empeñadas en

mantener su total independencia en sus territorios de actuación.
Pero parece ser que el tiempo (y la paciencia del supervisor) se están agotando y el pasado viernes 12/11, el Banco de España habría convocado a algunas de las más importantes Cajas para apremiarles a dar intensidad y celeridad a estos procesos de fusiones así como para que acepten las necesarias cesiones de poder que implican.

La posición de Comfia-CCOO

Como sindicato mayoritario en el sector de cajas rurales, llevamos casi dos años manifestando públicamente que sería deseable una mayor dimensión de las entidades en busca de mejores condiciones económicas. El tamaño si que importa.
Paralelamente hemos planteado cuáles son las principales preocupaciones que tenemos en relación a la reordenación de nuestro sector, hasta ahora atomizado y conformado por más de 80 pequeñas y medianas entidades:

1) La principal preocupación es EL EMPLEO. A nadie se le puede escapar que este proceso de concentración, integración o como se acabe por llamar, puede conllevar una pérdida de empleo en las entidades, especialmente en lo referido a los procesos de concentración y racionalización de funciones centralizadas.

2) En segundo lugar, LA MOVILIDAD. Ya hay determinadas fusiones que se están planteando la necesidad de mover al personal y de aceptar condiciones en este sentido.

3) En tercer lugar, y no menos importante, LA ARMONIZACION DE CONDICIONES. Debemos aprovechar estos procesos para homogeneizar, en el tiempo, la gran disparidad de condiciones existentes en el sector, con muchas empresas que tienen condiciones de convenio colectivo (puras y duras), y otras que han negociado con la representación sindical condiciones mucho más beneficiosas.

Se agotan los plazos. Se convierte en imprescindible que las empresas dejen de pensar en el corto plazo y analicen las formas de ser competitivas en un mercado cada vez más profesionalizado.

Los trabajadores/as de cajas rurales tenemos, así mismo, que estar preparados para afrontar retos nuevos y que van a conllevar la defensa de nuestras principales señas de identidad y nuestras más básicas condiciones laborales y sociales.

Noviembre 2010.

Comfia CCOO