Las reglas de juego del sistema financiero español han cambiado, las cajas ya pueden emitir participaciones y cotizar en los mercados y esta novedad ha captado la atención de los actores principales de las bolsas internacionales, los fondos de riesgo, que sondean la posibilidad de invertir en sus negocios. Banca Cívica, la alianza de entidades de ahorro de la que forma parte Caja de Burgos, ha sido la primera en dar entrada en su capital a un fondo estadounidense, JC Flowers. Otras cajas y otras sociedades de inversión podrían seguir sus pasos.

Además de poner algunos límites a la presencia de políticos en sus órganos de gobierno en aras de una mayor profesionalización, la reciente reforma de la Ley de Cajas aprobada en julio abrió la puerta a la entrada de capital privado en estas entidades por medio de la emisión de participaciones, una posibilidad hasta entonces no regulada. El objetivo es que puedan buscar en el mercado aportaciones de capital de inversores privados que sirvan para dar solidez a sus balances y paliar sus necesidades de capitalización y solvencia sin tener que depender exclusivamente de las ayudas o préstamos de dinero publico.

Tres meses después, varios fondos de capital riesgo tantean a las cajas para convertirse en accionistas. Según el diario Expansión, firmas de inversión estadounidenses como Corsair y TPG, especializadas en el sector de la banca, ya han entrado en contacto con entidades españolas.

Cuatro uniones de cajas salieron 'tocadas' tras las pruebas de resistencia practicadas a la banca europea el pasado julio, ya que en el supuesto macroeconómico de mayor dificultad de los planteados serían incapaces de mantener la solvencia mínima exigida, según el dictamen del Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS). Dos de las alianzas eran catalanas (Caixa Cataluña, Manresa y Tarragona por un lado, y Sabadell, Terrasa y Manlleu, por otro) y en las otras dos participan entidades castellanas y leonesas.

Banca Cívica, que había prescindido de la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por considerarla un préstamo al 7,75% de interés, no superó el 'escenario III de shock' en el examen y el Comité Bancario le 'recetó' una ampliación de capital de 406 millones para reforzar su solvencia. Horas antes, el grupo que forman Caja Navarra, CajaCanarias y la entidad burgalesa había anunciado la firma de un acuerdo de intenciones con JC Flowers por el que el fondo de inversión suscribiría 450 millones de euros en deuda convertible en acciones. Banca Cívica comunicó también que daría entrada en su consejo al fondo de riesgo antes de dos años.

El acuerdo suscitó las críticas de integrantes de Banca Cívica como el sindicato UGT, mayoritario entre la plantilla, que se opone «a la entrada del socio capitalista JC Flowers en una operación «innecesaria, que no se realiza en el momento adecuado, no se ha negociado y se ha cerrado con prisas por el resultado de las pruebas de estrés».

Sigue la negociación

La entidad destacó que la deuda por valor de 450 millones «se remunerará al 7,5%, el 0,25% por debajo del precio del FROB». Fuentes de Caja de Burgos negaron ayer que JC Flowers haya reclamado una participación del 49% (la máxima que le permite la ley sin convertir a las cajas en una fundación) para entrar en Banca Cívica, como publicó el medio digital Cotizalia.com. «Las negociaciones siguen, el porcentaje se sigue estudiando y no ha existido tal demanda por parte de JC Flowers. Se trata de un tema complejo y nos fijamos como fecha orientativa para cerrar el acuerdo el 31 de diciembre», señalaron desde la entidad que también espera el visto bueno de la CNMV para realizar un lanzamiento de participaciones preferentes al 8,65% de interés durante cuatro años.

De los cuatro grupos con problemas en el escenario de mayor estrés, Caja España Duero fue el que menos capital tendría que conseguir para apuntalar su solvencia: 127 millones, a mayores de los 525 proporcionados por el FROB. Entonces, las dos entidades respondieron que tras la fusión, «la nueva caja gozará de una capitalización suficiente para soportar los efectos más negativos de un hipotético y poco probable tensionamiento de las variables económicas». Esta misma semana, el presidente de la entidad, Evaristo del Canto, descartaba operaciones para ampliar la capitalización, al menos a corto plazo. El año próximo la nueva caja confía en tampoco necesitarlas, aunque en cualquier caso tiene a su favor la baza de que serían de un volumen muy reducido.