Los grupos parlamentarios de PSOE, PP y
CiU han alcanzado un acuerdo para corregir en el Senado, apenas dos
meses después de su convalidación, el decreto ley por el que se reforma
la Ley de Organos de Representación de las Cajas de Ahorro (Lorca). Este
pacto afecta directamente a las entidades de Castilla y León y , en
especial, a la fusión Duero y España. Así, la enmienda consensuada
permitirá abrir el abanico para designar el candidato en principio de
«prestigio y leonés» a presidir la Caja debido a que el «elegido»
podría compaginar el nuevo cargo sin renunciar al que tenga en otra
empresa. Este aspecto puede hacer más atractiva la presidencia de la
fusión a los nombres que se barajan entre ellos Fernando Becker, ahora
en Iberdrola. El otro aspecto más de forma que de fondo permitiría
que después de las elecciones autonómicas de 2011 se lleve a cabo el
nombramiento de consejeros por cortes y por ayuntamientos en todas las
entidades castellano y leonesas. Antes de esa fecha se haría un ajuste
para que los consejeros incompatibles con la Ley salgan de la Caja,
aunque aún no se ha regulado la fórmula que se utilizará.
Entre otras cuestiones, el acuerdo político evita que los
cambios en los órganos de dirección de las entidades, al objeto de
ajustarlos a la nueva normativa, provoquen su disolución completa y
nuevas elecciones de sus cúpulas directivas. Las tres formaciones han
presentado un paquete de cuatro enmiendas conjuntas a la Ley que regula
el Fondo para la Promoción del Desarrollo (Fonprode) que modifican
diversos aspectos de la nueva Lorca, a las que ha tenido acceso Europa
Press. Así, se cambia «constitución» por «adaptación» en el texto de la
disposición, que da un plazo de dos meses para la transición de la
asamblea general y los demás órganos de las cajas a la nueva composición
que marca la ley tras la salida de los cargos electos, siempre después
de la aprobación de los estatutos y reglamentos de las entidades
prevista para enero.
Los grupos justifican que, al emplearse el término
«constitución», refiriéndose a la «adaptación» de los nuevos órganos,
cabría interpretar como necesaria la «disolución completa» de los mismos
para la formación de otros de nueva planta, mientras que la voluntad de
la norma es que las entidades realicen sólo los ajustes precisos para
que, con una configuración adaptada a la nueva regulación, los órganos
de gobierno puedan continuar operando sin convocar nuevos procesos de
elección.
Por otro lado, precisa el principio de que los
presidentes de las cajas queden sometidos a un deber de dedicación
exclusiva que les impida, entre otras cosas, desempeñar cargos
retribuidos en otras entidades, de manera que quede restringido sólo a
los presidentes ejecutivos. PSOE, PP y CiU señalan que, con la redacción
vigente, los presidentes, al igual que los directores generales, deben
tener dedicación exclusiva, lo cual puede suponer una carga excesiva
para entidades de menor tamaño y además impide a los segundos
simultanear esa función con otros cargos retribuidos, incluidos, por
ejemplo, los que pudieran desempeñar en los sistemas institucionales de
protección (SIP) constituidos por las propias cajas. Con esta enmienda,
según los grupos, se permite la retribución externa de los presidentes
de las cajas que, no teniendo carácter ejecutivo en sus entidades,
participen en otras actividades.
Otra de las enmiendas fija en un mínimo del 5% de los
derechos de voto el porcentaje de representación de las entidades
representativas de intereses colectivos, mientras que el máximo será del
10%. Por último, se precisa que los acuerdos de la asamblea general se
adoptarán como regla general por mayoría simple de votos de los
«concurrentes», recuperando así la redacción previa al decreto de julio
para eliminar «cualquier duda» sobre la interpretación del precepto.
ABC