El reparto ejecutivo mantiene varada otra vez la fusión de Caja España y Caja Duero

Ambas entidades vuelven a reunirse hoy para cerrar el acuerdo y cumplir el plazo del Banco de España

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Donde estaban. No se han movido. En Tordesillas se volverán a reunir hoy, a partir de las 12.00 horas, las comisiones negociadoras de Caja España y Caja Duero para intentar cerrar un acuerdo de fusión, aunque sea de mínimos, con el que poder presentarse ante el Banco de España el día 7 de enero, previa aprobación de los consejos de administración de ambas entidades. Un documento que, mientras en Salamanca se vende que está «a falta de cerrar unos flecos, importantes, pero flecos», en la delegación leonesa se augura lejano, debido al enroque de los negociadores charros en su postura de acaparar el grueso de las áreas ejecutivas y dejar a León como mera figura decorativa de representación en la que se asiente la sede social: el mando allí y el escaparate aquí.

Frente a este planteamiento, Caja España volvió a proponer un reparto «equitativo» abierto a varias variantes, pero sin que León renuncie a controlar al menos la mitad de las áreas de poder. Podría ser la sede social, donde se incluyen la presidencia, la asamblea y la secretaría -lo que se traduce en el edificio de Botines y varios despachos-, aunque también parte de los servicios centrales, entre los que se podría contar el área informática, para que no toda la decisión se pilote desde Salamanca. Este segundo paquete no admite división para Caja Duero, que reclama para la capital charra la sede ejecutiva plena, sin particiones. «Lo que se plantea no me lo aprueba mi consejo de administración», repitió en varias ocasiones el presidente de la entidad salmantina ante las propuestas leonesas.

La discusión no se cerró en falso esta vez, como sucedió el día 28 de enero, sino que se mantiene abierta debido a la amenaza del Banco de España, que en su reunión del día 29 recordó a ambas entidades que, si no proceden a la fusión, tiene potestad para poder intervenirlas, dado que, como les insistió, no podrían subsistir por sí solas. Esta advertencia, sobre la cual los negociadores salmantinos representantes de PP y PSOE se mofaron ayer en algunos recesos, abre la esperanza de que se pueda conseguir hoy el cierre del acuerdo, que podría ser de mínimos con emplazamiento a una fusión plena futura para salvar la cara ante el organismo supervisor.

El otro elemento de presión es la Junta. Ayer, durante la reunión, el vicepresidente segundo y consejero de Economía, Tomás Villanueva, llamó por teléfono para hablar con el presidente de Caja España, Santos Llamas, con el fin de conocer los avances negociadores y mostrar su preocupación. La delegación leonesa cree que sólo la intervención de PP y PSOE desde sus direcciones autonómicas, con un mandato expreso a sus representantes en la negociación, podría cerrar el reparto de poder.

ramos / a. caballero | redacción
Diario de León

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