El Banco de España revisará la solvencia de Caja España y Caja Duero si no se fusionan

El regulador avisa a ambas de que «no admitirá soluciones» como la usada por Caja de Burgos

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Habrá consecuencias» lo predijo el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, cuando Caja de Burgos abandonó el proceso de fusión a tres con Caja España y Caja Duero, pero poco imaginaba entonces el máximo dirigente de la comunidad autónoma que las consecuencias que mencionó recaerían primero sobre las dos entidades que entonces seguián con la idea de fusionarse en una sola caja, la séptima por volumen de activos entre las españolas. El Banco de España, a través del director general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, recordó el martes a los presidentes y a los directores generales de Caja España y Caja Duero que si no culminan la fusión, y tienen de plazo hasta el 7 de enero, los inspectores revisarán a conciencia la solvencia de sus respectivos balances que en este momento todavía arrojan beneficios. «Pero si comienzan a exigirles unas provisiones de fondos más severas para cubrir riesgos, es posible que en seis meses ambas se encuentren en una situación cercana a la intervención», indicaron en fuentes cercanas al proceso de fusión.
«La situación de las dos cajas es mala, pero en las dos igual de mala», indicó Tello a los responsables de las entidades que acudían para explicar por qué razones, después de tres reuniones, las comisiones negociadoras enviadas por los dos consejos de administración no lograban ponerse de acuerdo sobre la distribución territorial de los servicios operativos. Caja España quiere repartirlos por mitades. Caja Duero pretende que cada una de las direcciones se vincule con el área de negocio que le corresponde, de manera que no se desgajen de la dirección general que recalará en Salamanca, la sede de esta caja.
La primera experiencia
Los responsables del Banco de España fueron concretos; la iniciativa adoptada por Caja Duero y Caja España tiene que llegar a buen puerto y, si no, habrá consecuencias. La iniciativa para la fusión fue la primera de las que se aconsejaron a las cajas de ahorro españolas por el regulador nacional del sistema bancario, por eso ha contado con todas las bendiciones, con facilidades para el acceso al Fondo de Regulación y Ordenación Bancaria (FROB). Pero si fracasa, servirá de ejemplo de lo que espera a las cajas que no comiencen a pensar en fórmulas que mejoren sus opciones de futuro. «No es política» aseguran fuentes cercanas al Banco de España «es pura actividad bancaria y financiera», agregan.
De manera que la alterntiva a la fusión es entrar en riesgo de intervenciónpor parte del Banco de España, «algo que tampoco resulta gratis para el Regulador, porque supone que la valoración de España, en su conjunto, se resiente por el hecho de que aumenta el número de entidades de ahorro intervenidas», aclaran las fuentes. Pero en Madrid las cosas están claras y a los directivos de las cajas se les indicó que les transmitían palabras del Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien ya habría comunicado sus propuestas tanto a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, como a la Junta de Castilla y León.
Nada de 'fusiones frías'
El plazo, el 7 de enero, se ha fijado como límite para que la situación no se enquiste en una negociación sin salida, porque la única que se ofrece es precisamente la de la fusión. En este sentido, las fuentes apuntaron que durante la reunión en la sede madrileña del Banco de España se advirtió a Caja España y Caja Duero de que no habrá «soluciones a la burgalesa», no se aceptarán para este caso propuestas de integración de negocios externos a través del denominado Sistema Integral de Protección y Solvencia (SIP). Caja España anunció el martes que, ante la falta de avances en la fusión con Caja Duero, autorizaba a sus directivos para iniciar el estudio de otras soluciones con nuevos socios. En Caja Duero no se ha incluido en ninguna nota de prensa, pero en uno de los últimos consejos de administración se propuso «que comenzara a estudiarse un 'Plan B', en concreto, la posibilidad de integrarse en un proyecto SIP con las cajas extremeñas.
Ahora, sin opción para entrar en el grupo Banca Cívica como han hecho en Burgos junto a Caja Navarra, Caja Canarias y Sa Nostra, la única vía abierta es la de la fusión, o entrar en riesgo de intervención.

JULIO G. CALZADA | VALLADOLID.
El Norte de Castilla

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