El Banco de España insta a las dos cajas a continuar con el diálogo

El supervisor requiere la conveniencia de volver a hablar e impulsar el proceso de fusión

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El Banco de España no se da por vencido. Los responsables del supervisor del sistema financiero español reclamaron ayer a Caja Duero y Caja España la conveniencia de continuar las conversaciones para tratar de alcanzar un acuerdo que desemboque en la fusión. El encuentro, que se extendió durante apenas una hora de duración, se produjo en la capital madrileña apenas un día después de que el proceso saltara por los aires en una tercera e infructuosa reunión de la mesa de negociación celebrada en el Parador de Tordesillas. El contacto con el Banco de España surgió a instancias del propio presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, que tras constatar la fractura del diálogo con Caja España llamó en la noche del lunes al organismo regulador del sistema financiero nacional para pedirle una reunión informativa sobre el estado actual del proyecto y las causas de las desaveniencias entre las dos cajas. A su lado, estuvo el director general de la entidad, Lucas Hernández, el presidente de Caja España, Santos Llamas, y el director general, Javier Ajenjo, además de la viceconsejera de Economía de la Junta de Castilla y León, Begoña Hernández. Todos escucharon un mismo mensaje conciliador, que a día de hoy resulta difícil de ejecutar.

Caja Duero mantiene como irrenunciable la ubicación en Salamanca por completo de los servicios centrales de la nueva entidad producto de la fusión, mientras que desde León se reclama un reparto equitativo. Existen diferencias de conceptos y de planteamientos, explica Enrique Clemente, uno de los miembros de Caja Duero en la comisión de negociación. Desde Salamanca, se insiste en que la división de la sede operativa restaría fuerza a la futura macrocaja y se mantiene en las últimas horas la exigencia de que en el proceso se respete la posición de liderazgo salmantina. De esta manera, el papel desempeñado ayer por el Banco de España se habría limitado, como sostienen los consejeros consultados por este diario, a estimular un diálogo que se antoja ya agotado. El supervisor se ha limitado a pedir que sigamos haciendo un esfuerzo.
Tribuna de Salamanca

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