El Banco de España media para salvar la fusión de Caja España y Caja Duero

«Chocan dos modelos y dos conceptos de gobernar la nueva entidad», asegura el presidente de la entidad salmantina

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Cuando una reunión dura muchas horas suele ser señal de que a los asistentes les cuesta hallar puntos de encuentro. Cuando dura poco... es que no hay acuerdo. La de ayer entre Caja España y Caja Duero para cerrar la fusión de las entidades en una nueva caja, la séptima por volumen de ingresos entre las españolas, finalizó en dos horas y lo hizo como comenzó, con cada una de las partes enrocada en su posición, eso aseguran desde la otra parte. Pero lejos de un encuentro más el de ayer tuvo el aspecto de ser el definitivo, o casi.
Los técnicos y responsables del Banco de España mediarán hoy entre las entidades para reconducir una situación que, de no lograrse, supondrá la ruptura de la fusión y la búsqueda por parte de las dos cajas de nuevos socios para fusiones fuera de la comunidad autónoma. Proyectos basados en el modelo del Sistema Integral de Protección y Solvencia(SIP), una fórmula que fusiona el negocio externo a través de un modelo bancario común, pero que permite a cada partícipe mantener su marca, actividad financiera y una Obra Social individualizada en su área de influencia.
Si el Banco de España no encuentra esta tarde lo que ayer no fueron capaces de localizar los negociadores, la fusión que deseaba la Junta de Castilla y León para reforzar el «músculo financiero» de la comunidad habrá terminado. Al encuentro en Madrid acuden directores generales y presidentes de las dos cajas y, posiblemente también les acompañe el vicepresidente de la Junt a y consejero de Economía, Tomás Villanueva.
Tordesillas, la villa vallisoletana en la que una vez hace más de cinco siglos españoles y portugueses se citaron para repartirse el mundo en dos mitades, fue ayer el marco de la tercera cita de la negociación entre las cajas para terminar la distribución de sedes y el organigrama de una caja fusionada. La primera, también en Tordesillas, finalizó en una hora con un único acuerdo, encontrarse otra vez porque ese día, ni siquiera comenzaron a debatir sobre el fondo de la cuestión. Ayer, los representantes de Caja Duero se levantaron a las dos horas tras comprobar que en Caja España no habían estudiado la propuesta del 22 de diciembre.
Caja Duero aseguró despues, en un comunicado, que la ruptura se produce por «persistir las divergencias sobre la gestión y operatividad de la futura entidad». Según esta caja, «chocan dos conceptos, dos modelos y nos preocupa la gobernanza de la nueva entidad», expuso el presidente de la entidad, Julio Fermoso, al término de la reunión. «Se puede separar lo que son seguros, banca mayorista, empresas participadas... pero no se puede dividir el área ejecutiva, ni los departamentos que dependen de la dirección general», añadió. Esta entidad entiende que para que la caja fusionada fuera operativa «no se pueden partir los departamentos de gestión». No consiste para ella la fusión en una división por mitades de todo y mucho menos, en la posibilidad de dos sedes operativas.
La decisión de ayer hace saltar por los aires cualquier calendario previo. El 31 de diciembre ya no es una fecha final, si no un simple día en un proceso sin plazos.
«Valía con un fax»
El presidente de Caja España, Santos Llamas, ofreció una rueda de prensa a su regreso a la capital leonesa. Aseguró en el encuentro con los periodistas que la caja no da por rotas las negociaciones y que regresarán a la mesa de trabajo cuantas veces sean necesarias.
Las nuevas posiciones las decidirá el consejo de administración de la entidad, que se reúne hoy a las diez de la mañana, y añadió que Caja España solicitará «las veces que haga falta» nuevas reuniones pero, siempre que se vaya con ánimo de «negociar». En este sentido manifestó que los representantes de la otra caja acudieron ayer en calidad de «mandatarios» del consejo de administración, con la propuesta que plantearon en la anterior reunión, la del 22 de diciembre. De esta forma, argumentó, mientras el consejo de Caja España del 23 de diciembre autorizó a sus representantes a negociar con Caja Duero, el de esta entidad financiera acordó presentar la misma propuesta.
Llamas expuso que para mantener ese planteamiento no hacía falta haber ido hasta Tordesillas. «Nos podían haber mandado la propuesta por fax», dijo. El máximo representante de Caja España sugirió, como hicieron por la tarde otras fuentes de esta caja que, en el caso final de desacuerdo, quizá fuera conveniente que una consultora externa e imparcial se ocupe del reparto de funciones y de sedes.
Que la Junta «anime»
Santos Llamas compareció acompañado por los dos vicepresidentes, la también presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, del PP y el alcalde de León, Francisco Fernández, del PSOE. El presidente de la caja leonesa espera que el Banco de España y la Junta «animen» para que la fusión se logre cuanto antes y confía en que los acuerdos «sí lleguen porque es un mandato que nos ha dado la sociedad en general, el Banco de España y la Junta».
El presidente explicó que existe una «discrepancia de equilibrio en las áreas de negocio», principal escollo de las negociaciones. Por una parte «está claro que la presidencia quedaría en León y la dirección general en Salamanca», aunque lamentó que estos paquetes «parece que ellos (los miembros de Caja Duero) los sobrevaloran mucho». Ante estas circunstancias quiso enviar un mensaje de tranquilidad a los empresarios: «que no tengan miedo que Caja España no se va a quedar en León sólo con una sede social, el chófer y una secretaria», por lo que descartó que la provincia vaya a quedar «vacía de negocio».
Indicó Llamas que la entidad jamás ha tomado la opción de «haber ido de líderes, que así los somos, le guste a quien le guste, de Castilla y León». «Aquí no hay liderazgos y Caja España siempre ha apostado por repartos al 50%» matizó. Santos Llamas explicó que los miembros de la entidad leonesa han sabido entender que la mejor forma de llegar a una fusión es comprendiendo que se trata de «que nadie pierda y que todos cedamos, pensando en la futura caja», informa desde León, Miguel Ángel Pérez Lamas.

El Norte de Castilla