Pero esta fiebre “fusionadora” también llega al resto de Comunidades, allí donde hay varias Cajas se tiende a dejar menos o inclusive una y en las Comunidades en que tan sólo hay una sola Caja (Cantabria, Asturias, Murcia, etc.) se plantean fusiones extraterritoriales.

¿Por qué tanta prisa en las fusiones de Cajas si durante décadas las Direcciones de las mismas se han resistido sistemáticamente a abordarles? La respuesta la hallamos en las siglas FROB, (FONDO DE REESTRUCTURACION DE ORDENACION BANCARIA), como este nombre indica estos fondos son para hacer una reestructuración ordenada del sector.

Después de que se pusiera de manifiesto la crisis del sistema financiero mundial y el español en particular, el Banco de España exige a las Entidades que vayan a un proceso de concentración y que reducen su capacidad instalada (cerrar oficinas).

La época de expansión sin límite se ha acabado y el momento actual es de contracción del Sector, tal y como lo hizo la Banca en su momento y tal como han hecho otros sectores (metalurgia, Industria Naval, construcción etc.)

No estamos simplemente ante una fusión sino de una necesidad, estamos ante una verdadera reestructuración del Sector. Por ello ni esta ni cualquiera otra fusión que se irán realizando será una verdadera fusión derivada del capricho de alguien que quiere ser más grande, sino de una necesidad doble.

Por una parte hay unos resultados económicos que no acompañan con optimismo el futuro inmediato ni a medio ni a largo plazo de las entidades, incluida la nuestra, por tanto desde esta óptica es preciso hacer alguna cosa para que sobrevivan las Cajas y así poder mantener los puestos de trabajo a futuro. Es en este punto donde el Banco de España exige a las Cajas que cierren oficinas para reducir costes y puedan presentar un plan de viabilidad de futuro de cada una de ellas.

Esta exigencia viene suavizada por las ayudas del FROB, que si no hay fusiones no llegan ya que es condición indispensable. Ahora ya estamos en condiciones de entender por qué tanta fiebre “fusionadora”.

La realidad es tozuda y se impone con toda crueldad aunque no la queramos ver.


Los trabajadores y trabajadoras de las Cajas no tenemos ninguna culpa de la voracidad y la poca planificación del riesgo por parte de nuestras Direcciones. Pero aparte de poder señalar a los culpables, lo cierto es que este es un problema real, que existe y que afecta al conjunto de las 45 Cajas con las pocas excepciones que se pueden contar con los dedos de una mano.

Los trabajadores de las Cajas hemos vivido una época dorada, viendo cómo iban pasando las crisis y afectando a diversos sectores, pero nos lo mirábamos como si de una película se tratara. Pues bien, ahora nos toca estar dentro de la película y nosotros, los empleados y empleadas de Cajas, somos los actores afectados.

“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” (Joan Manel Serrat)

30/11/2009