La postura intransigente de una Dirección sorda y ciega nos ha llevado a un camino sin salida.

Aquéllos que deberían velar por el buen funcionamiento de la empresa y pilotar una situación nueva y delicada han perdido la hoja de ruta o quizá no la han tenido nunca, eso ya sería más peligroso.

Aquéllos que no quieren y no saben negociar son un terremoto de grado máximo para la plantilla de las tres entidades y un “tsunami” mortal para una caja que aún no ha nacido.

Aquéllos que venían diciendo que todo aquello que tocaban se convertía en oro, en esta casa, todo aquello que han tocado se ha convertido en plomo.

No podemos dejarlos ir solos, son un peligro. No podemos dejar que se salgan con la suya.

No podemos permitir que destruyan nuestros puestos de trabajo. Son unos manazas.

No podemos dejar que borren la historia de tres entidades de un plumazo. Si no respetan el trabajo que han hecho miles de hombres y mujeres que, con su esfuerzo han levantado y mantenido 3 instituciones, no queremos ni imaginar qué especie de extraña criatura quieren crear. Peor si ha de ser a imagen y semejanza suya.

Compañeros y compañeras:

Las campanas ya tocan a rebato, a defender nuestro trabajo, nuestro futuro y nuestras familias.

No es el momento de quedarse mirando los telediarios. Es el momento de participar, es el momento de demostrarles que estamos vivos, que estamos aquí y que no nos pararán.

LEVANTÉMONOS, SALGAMOS EN DEFENSA DE NUESTRO TRABAJO Y DE NUESTRO FUTURO.