Es conocida públicamente (rueda de prensa Ignacio F. Toxo, 24/10) la posición de CCOO sobre el escándalo de las tarjetas opacas en Bankia. El Sindicato ha realizado una investigación interna, de cuyo resultado la Ejecutiva Confederal estima adecuada la expulsión del sindicato -máxima sanción posible- de las seis personas con dichas tarjetas. Si bien en el sistema de garantías de nuestros Estatutos son las respectivas Comisiones Instructoras las que deben tomar la decisión, la posición de CCOO es clara, contundente y transparente.
Al calor de este escándalo, uno más de los que afectan a partidos e instituciones, el que esta vez haya implicadas personas de CCOO ha desatado los demonios electoralistas de quienes no convencen con sus propuestas y pretenden ganar en el río revuelto de la confusión. Para que estés informado, sin prejuicios o medias verdades, te explicamos algunos datos:
La realidad es que es una torpeza ridícula que se mezcle el episodio de las tarjetas, durante las Presidencias de Blesa y Rato, con el ERE de Bankia, negociado y firmado con Goirigolzarri, después de una importante movilización, con resultados superiores a la reforma laboral y con el respaldo de una amplísima mayoría sindical. Simplemente, las fechas no cuadran.
La realidad es que nuestra acción sindical en Bankia, y en los órganos de gobierno de las otras Cajas donde hemos participado, nada tiene que ver con el abuso que han consumado unas pocas personas. Las decisiones sindicales no son personales, se toman en órganos colegiados y amplios, dentro de la propia sección de Bankia, y con el control de órganos superiores.
La realidad es que resulta muy torpe y casi risible el esparcir la insidia contra otras personas que ocupan puestos de responsabilidad en el sindicato, y que por ser a la vez trabajadores de Bankia se les pretende descalificar en su actuación. Esas tarjetas, son 86, tienen nombre y apellidos.
La realidad es que el acuerdo de 1996, por el que se produce el relevo en la Presidencia, de Terceiro (PSOE) a Blesa (PP), es transparente, público y beneficioso para la sociedad madrileña y para los trabajadores de Caja Madrid y no tiene que ver en absoluto con las tarjetas, cuyo aumento de límites y falsa contabilización comienza años más tarde.
La realidad es que CCOO no podíamos conocer el abuso que se estaba realizando de las tarjetas, presuntamente para gastos de representación, por la misma razón que ningún empleado le cuenta a su jefe cómo le está robando material o clientes. Es fácil de entender.
En definitiva, resulta perverso y a la vez ingenuo, que se pretenda manipular la opinión, y más ahora ante las elecciones sindicales, aprovechando un engaño a toda la sociedad, a Auditores internos y externos o al Banco de España, y del que resultan perjudicados clientes, ciudadanos y la credibilidad del sistema financiero. Los que nos sentimos más estafados somos CCOO. Los más de 120.000 Delegadas/os que entregan su inteligencia y su compromiso en la defensa de los intereses colectivos, de forma honesta y siempre cerca de ti. Los 900.000 Afiliadas/os que participan, colaboran y apoyan la acción sindical de CCOO.
Se denuncia la estafa, claro, pero lo que se busca es desprestigiar a CCOO, que lidera la acción sindical del día a día, la propuesta de soluciones con salidas no traumáticas, con movilizaciones, contra la reforma laboral, en un entorno muy convulso, juntos Afiliados/as y Delegadas/os, y de la que nos sentimos orgullosos. Sin embargo, y en contraste, es que lo intentan quienes nunca consiguen un acuerdo, no obtienen garantías para los trabajadores y trabajadoras, porque no firmando piensan que ellos se mantienen ?vírgenes? -ya se mojará CCOO para resolverlo- pero en realidad resultan inútiles para la defensa de los intereses del conjunto de la plantilla.
No nos van a callar. No lo han logrado, ni el gobierno del PP ni los empresarios, sentando en el banquillo a sindicalistas que participaron en huelgas y piquetes, a los que la Fiscalía pide cientos de años de cárcel. No lo han logrado con las campañas mediáticas antisindicales para imponer una reforma laboral infame. Tampoco ahora, porque CCOO somos un conjunto de personas organizadas, pero también con valores de honradez y eficacia. NO NOS VAN A CALLAR.
CCOO te interesa ¡Afíliate! 28 de Octubre de 2014
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